Nos conocemos desde hace muchos años y por primera vez vienes a pedirme ayuda. Ya casi no me acuerdo de cuando dejaste de invitarme a tu casa a tomar café y creo que mi mujer es madrina de tu hija. Pero hablemos claro, nunca has querido mi amistad. Te asustaba tener relación con nosotros, no querías correr ningún peligro. Le entiendo.
Tu paraíso era América, tenias tu negocio, la vida te iba bien, la policía avivaba tu sueño con la ley y no me necesitabas, pero ahora vienes a mi a decir…”Don Corleone pido justicia”, me lo pides sin ningún respeto, no como un amigo, ni siquiera me llamas Padrino. En cambio, vienes a mi casa, el día de la boda de mi hija a pedirme que mate por dinero.
-Lo que pido es justicia.
-Eso no es justicia, tu hija está viva.
-Quiero que sufran, como ella. ¿Qué tengo que pagar?
-Bona sera, bona sera ¿Qué he hecho para que me trates con tampoco respeto? Si habrías mantenido mi amistad los maltratadores de tu hija lo habrían pagado con creces, porque cuando uno de mis amigos se crea enemigos yo los convierto en mis enemigos y a ese le temen.
-¿Amigos?
-Padrino
-Bien, algún día…y puede que ese día nunca llegue acudiré a ti y tendrás que servirme, pero hasta entonces ¿acepta mi ayuda en memoria de la boda de mi hija?
-Grazie Padrino,
-Prego
–Scusami Padrino, se puede
-Si, pasa Tizone, veo que sigues manteniendo el barrio a raya.
-Grazie Padrino. Me dicen que quería verme.
-Si Tizone, creo que los chicos de La Famiglia han vuelto, ¿cómo se llaman?
-Los Farelli, se llaman Los Farelli.
-¿Son de confianza?
-Si, en su anterior trabajo no dejaron ningún cabo suelto, su «Omertá» cumplió los códigos de honor a base de certeros riffs y ritmos acusados.
-¿Y dices que podemos confiar en ellos?. ¡Me cuentan que ese tal Pete Farelli y los suyos ahora van clamando a los cuatro vientos que son unos «Uomini rispettati»!.
–Si, Padrino. Le juro por la gloria de Tony Montana que Pete, Mick, Joe y Fat Tino son hombres respetables y además tienen sus armas preparadas y a punto para la que se nos viene encima.
-Confio en ti Tizone, aunque me dicen que ya te has pasado por el bar antes de venir a verme y que allí estaban Los Farelli contigo tramando algo sobre su nuevo trabajo y las nueve coplas que lo contienen. ¿Espero que no cuenten más de la cuenta en sus letras?
-Tranquilo Padrino, los chicos conocen las normas aunque sus letras hablan de nuestras historias y nuestros códigos.
-Me está picando la curiosidad. Tizone, ¿cuentame algo de «Uomini Rispettati»?. ¿No se habrán vuelto predecibles estos malditos napoligaditanos?
-No Don, Los Farelli han conseguido con este nuevo disco algo muy complicado. Ser perfectamente reconocibles sin ser predecibles, construir una identidad que hace que rápidamente sepas que son ellos. Su música sonará sin parar en los más peligrosos callejones porque su rock and roll acelerado y rítmico junto a las melodías canallas que les acompañan se han colado en un nuevo paso en su carrera.
-¿Entonces nos harán bailar sin parar, o tendremos que aplicarles la ley del silencio?
-Sin duda Padrino.
-¡Maledizione!. Has despertado mi curiosidad. ¡Cuenta, cuenta!.
-Pues comienzan a disparar sin avisar con la canzone «El Sicario» en la que con un marcado riff como referencia cuentan nuestra filosofía de vida Padrino a ritmo de rock and roll. Siguen con «El bautizo» con las guitarras cargadas como artillería pesada y un claro mensaje a los traditori. Por cierto no Padrino no se pierda esa parte central y el solo que tiene un sabor muy añejo a rock clásico.
-Ummm, me froto pensando las manos. Lo mismo hicimos bien en aceptar a esta Famiglia, Los Farelli. Ancora contare Tizone. ¿No usan más armamento?. Si Don Vito. Cuando imponen su «Omertá» alzan los puños y el ritmo con una armónica que no te deja respiro y hará huir a la Familia Barzini.
-Dile a Tom Hagen que llamen a Santino y Fredo. Quiero que escuchen lo que tienes que decir.
-Padrino, mientras llegan dejame que le hable de «La espera» que fijese usted con todos los respetos que a mi me trae recuerdos del rock and roll madrileño.
-Santino, Fredo, Tom. Sentaos. Tizone quiere convencernos de que incluyamos a Los Farelli entre los nuestros.
-No Don Vito, escuche esa armónica en lucha cruzada con el riff de «Vendetta» o el ritmo bailable del rocanrol de toda la vida del que presume «Es fácil» y verá que no le tengo que disuadir de nada.
–¡Tizone!. Dime Sonny. ¡Que bien suena esta!. Si Sonny, es «El prestamista» y las guitarras no dejan testigos en ella. Y ahora escuchad ese ritmo tradizionale y acústico como un giuramento que es «El Traidor». Padrino, me tengo que marchar. Tengo una cita y llevo «Balas marcadas» y un guiño cariñoso al Padrino de Carabanchel. ¿Quiere usted que de algún messagio a Los Farelli?.
-Si Tizone. Diles que mandaré eliminar al hortera de Johnny Fontane y que les contrato para la boda de mi hija y para todos los festines que organicemos. Marcha en paz.
-Marcha en paz dice. ¡Que cachondo!.
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