Desde su primera película, la discutible «Hunger», su realizador Steve McQueen se situó como uno de los directores más interesantes del panorama actual. Cine de ritmo tranquilo, planos y secuencias de larga duración o en cámara lenta y una cadencia que a más de uno irritaba pero que es innegable que resultaba hipnótica. Esas buenas sensaciones se asentaban con su maravillosa «Shame», donde su actor «fetiche» Michael Fassbender se convertía en uno de los más importantes y dotado de mayor talento de su generación. Una estupenda película que a Mc Queen le abría las puertas del cine de Hollywood, con «12 años de esclavitud» donde mantenía las constantes de su cine y, sin embargo, conseguía su primera nominación al Oscar (también para Fassbender. Cosa sorprendente, pues está más dotado para la interpretación que muchos de los ganadores) y el galardón a la mejor película, lo que parecía encumbrarle de forma definitiva. Pero como la industria se encuentra en el deprimente estado creativo actual, lleno de remakes, superhéroes y guiones cada vez más simples (la piratería y la televisión mucho tienen que ver) hasta cinco años ha tardado en presentarnos una nueva obra.
«Viudas» es su nueva obra, donde ha saltado muchas de las virtudes con una narración más clásica y sin la presencia de Michael Fassbender, que lleva todo el año sin rodar tras un 2017 donde estrenó las fallidas «El muñeco de nieve» y «Alien: Covenant» y la polémica última de Malick, llena de defensores y detractores. En «Viudas», Mc Queen se aleja algo de su puesta en escena, pues vamos a encontrar una narración más clásica, aunque todo está bien explicado y quien espere ver un filme con planos de ínfima duración y muchas explosiones este no es su largometraje. De hecho, en lo que más hemos encontrado el sello Mc Queen es en la fotografía de su «técnico de confianza» Sean Bobbitt, con esa luz tan saturada y característica (sobre todo en «12 años de esclavitud») en las escenas diurnas, junto con el acertado montaje de Joe Walker, un editor que puede presumir no solo de ser quien dota de ritmo al cine de Mc Queen sino de otro mónstruo de la dirección como Denis Villeneuve y que vuelve a ofrecer su talento a la narración. Un guion que firma Mc Queen en común con la escritora Gillian Flynn, que por primera vez escribe material de otra persona, tras el éxito de «Perdida». La historia funciona desde el punto de vista del drama y cumple en las secuencias de acción pero sus «giros de libreto» están a la altura de los mejores filmes de robos y engaños que se han hecho en las últimas décadas, donde la «palma» es para el fantástico David Mamet, al que se debería revindicar más como persona vinculada al cine y no solo como uno de los más grandes dramaturgos de finales del siglo XX.
«Viudas» posee diálogos que suscitan interés y una planificación del robo que se convierte en una excusa para explicar la vida de estas tres mujeres sometidas a unos maridos que eran quien mantenían la estructura familiar, aunque sea mediante la delincuencia camuflada de vida ordenada y que se acaba conviertiendo en metáfora de otras muchas convertidas en apéndices de sus esposos, tanto desde el punto de vista económico como social. Para ello, se construye una trama donde una es más rica y que su mundo se hunde de la noche a la mañana, otra vive subyugada bajo la dictadura de sus hijos pequeños y la tercera es una atractiva joven cuyo éxito se basa en su atractivo físico. Para ello, Mc Queen recurre a un reparto acertado donde cumplen a la perfección tanto la siempre eficaz Viola Davis, una Michelle Rodríguez que refleja a la vez fuerza y fragilidad y la menos conocida Elizabeth Debicki que capitanéan un reparto con unos secundarios de lujo como Colin Farrell, Daniel Kaluuya, Liam Neeson o Robert Duvall.
No es ni mucho menos lo mejor de Mc Queen pero «Viudas» se ve con agrado, sus dos horas se convierten en un metraje correcto, bien llevado, con pulso narrativo y que a pesar de algunos pasajes más irregulares se convierte en una buena opción para visitar las salas cinematográficas o ver con posterioridad. Ya les hubiese gustado a los responsables de «Ocean´s 8» llegar a firmar esta cinta o acercarse un tanto a sus soluciones argumentales.
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