Teníamos una fecha marcada en el calendario, el aterrizaje en Cádiz de una banda tan clásica como mítica, The Pretty Things, que levantó evidentemente cierto revuelo. Anunciando su gira de despedida, se presentaba la oportunidad de disfrutar de una banda que a pesar de no tener el reconocimiento mediático que merece, sin que mora en el gusto musical de mucha de la gente que ama el rock. Formada en el 63 (aunque su discograficamente no lo hicieran hasta el 65) emparentada con todo el rock británico que ha sido el punto de salida para todo lo que vino después, siempre han mantenido ese halo que las formaciones de mitad de la tabla (respecto a popularidad porque musicalmente no temen a nadie) tanto gusta al fan del rock. Reconozco que siempre ante este tipo de formaciones siento cierta incertidumbre. Te puedes encontrar una banda con la piel curtida que sigue siendo imbatible sobre el escenario o a otro tipo de músico embarcado en la rutina de girar pero cuyo brillo en los ojos se va apagando y eso se nota sobre las tablas. A cara o cruz, pero amigos, así son las cosas. El concierto se encuadraba dentro de las actividades de la UCA (Universidad de Cádiz) denominada Campus Rock, por cuyas continuas ediciones han pasado auténticos pesos pesados de la música. El enmarcarse dentro de las actividades de la Universidad gaditana permite que el precio de las entradas fuese realmente asequible (10 euros público general y 7 para los universitarios). También fue un placer comprobar que la gente de Retorno a la Escena del Crimen estaban involucrados y que han decido volver al ruedo.
El concierto estaba anunciado para las 21 horas y a escasos minutos para el comienzo se notaba la expectación alrededor de la sala así como una muy buena afluencia de público. Una alegría ver como al mirar hacia atrás apenas se veían huecos. Sobre las nueve y veinte la banda salía a escena atraviados con su elegancia habitual y comenzaba la magia. Estos tipos saben de sobra lo que hacen pero además se han rodeado de una sección rítmica joven que les profiere esa fuerza necesaria. Desde el inicio todas la miradas se centraban en Phil May y Dick Taylor, ambos demostrando seguir en un estado de forma envidiable. El guitarrista es sin lugar a dudas toda una institución y en todo momento supo poner al público en pie con el sonido que sacaba de su guitarra acompañado por un inconmensurable Frank Holland. George Woosey -bajista- y Jack Greenwood -batería- parecía que pertenecían a la banda desde sus inicios. The Pretty Things tienen claro su set list desde hace tiempo y se mantienen fiel a él, pero es que estamos hablando de una colección de canciones aderezadas con covers de clásicos que te hacen rendirte a tus pies.
Con un público entregado y la banda que parecía sentirse a gusto comenzaron a sonar canciones como «Honey, I need», «Big boss man», «The same sun» o la auto versión de «Alexander» que grabasen como The Electric Banana y que May se encargó de recordarnos. El vocalista muy comunicativo durante todo el concierto se mantiene muy bien de voz lo que nos llevó a disfrutar aún más de la velada puesto que musicalmente The Pretty Things siguen siendo un auténtico cañón. Suena una de mis favoritas de la banda «S.F. Sorrow is born» con un incendiario solo de guitarra de Frank Holland y la batería de Greenwood a mil por hora. Se quedan May y Dale junto al batería para acústica en mano nos deleitaron con un medley repleto de clásicos del blues, haciendo volar en la noche gaditana el recuerdo de Robert Johnson, Willie Dixon, Muddy Waters y Bo Diddley. El ambiente se caldea ya con la banda al completo y otro medley, el que recrean alrededor de «Mona» incluyendo «Pretty thing», «Who do you love», «I wish you would» y un espectacular y potentísimo solo de batería para dar paso a otro plato fuerte, «Midnight to six man» y «LSD».
Abandono del escenario para volver y lanzarse con los bises, acabando el concierto con un aclamado y festejado «Road Runner» de Diddley. Grandísimo concierto de la banda británica que nada tienen que envidiar a The Who y otros compañeros de generación que disfrutaron de mayor fortuna. The Pretty Things pasaron por Cádiz, vencieron y convencieron. Si existía algún incrédulo en la sala, esa noche salió convertido a la religión del rock and roll y el blues que confesan los británicos. Larga vida a Dick Dale y a toda la banda.
Es Dick Taylor…. Dick Dale es otro guitarrista que nada tiene que ver con los Pretty.
Tienes toda la razón Felix. No se por que andaria yo pensando en el bueno de Dale. Muchas gracias.