En plena Ribera del Duero, en Aranda de Duero se asienta la bodega Alilian, proyecto del empresario chino Shu Ping Xu, un enamorado de los productos españoles y que ha creado su propio vino, fusionando las culturas española y china. A partir de ahí y en poco tiempo, ya que el negocio comenzó en 2013 intenta hacerse un hueco apostando por la calidad y creando «caldos» a la altura de los más renombrados Riberas de la zona (todos tenemos en mente cuáles).
Al llegar a la localidad burgalesa y en la carretera de Aguilera divisamos el edificio de tonalidad burdeos y otro colindante de color amarillo. Toda una declaración de intenciones. Allí nos espera su director Liang Xu Wang, enólogo y director de la bodega, al cual agradecemos las facilidades dadas para este reportaje.
La bodega no es demasiado grande pero se nota en los tanques y en las barricas el amplio capital invertido para crear las tres referencias que tienen en el mercado, hechos a partir de pequeñas parcelas diseminadas por la zona, donde algunas cepas tienen más de 150 años de antigüedad. Unos viñedos que si bien no tienen el rendimiento en kilos de otras bodegas si poseen una enorme calidad de uva, utilizando para sus creaciones el vino obtenido sin prensar (es decir, el vino Yema), una vez seleccionada la uva manualmente, para con posterioridad trabajar en los tanques de última generación para conseguir esa perfecta fermentación maloláctica y transformar el alcohólico ácido málico de la fruta en el más suave ácido láctico. De allí todos pasan un tiempo en barrica y sorprende como solo usan barricas nuevas, e incluso en el Camino del Abuelo dos veces. Casi todas son de roble francés y en la coqueta sala donde envejecen sus vinos llama la atención que todavía conserven el nombre de la tonelería donde fueron fabricadas, cosa rara de ver pues en este mundo ese suele ser uno de los muchos secretos que esconden nuestras bodegas.
Las tres creaciones son el Prémora, Buenagente y El Camino del Abuelo. Vinos sin añada, ya que cada uno tiene el tiempo que creen conveniente en barrica, no el marcado para crianzas y reservas, por lo que estamos hablando de vinos de autor, muy cuidados y tratados con mimo. Probamos primero el Prémora y observamos la enorme carga frutal tanto en nariz como en boca: fruta roja y grosellas y, sobre todo, moras predominan en un caldo con cierta astringencia y que creemos que combinaría a la perfección con quesos curados y patés y donde sus 8 meses de envejecimiento lo convierten en elegante y equilibrado. Magnífico.
De ahí pasamos al Buenagente, un homenaje a la «gente del campo». 18 meses en barrica nueva no le quitan el sabor a fruta y según va respirando notamos especias como la pimienta y un punto de regaliz, sin perder la astringencia. Los disfrutamos conversando con Liang Xu Wang (Julián para el resto de la bodega) que se nota el gran amor y respeto por su trabajo en cada palabra y que define a la perfección esa unión chino- española, pues es hijo del dueño de la bodega aunque nacido y estudió enología en España. Nos habla del futuro mientras nos presenta la «joya de la corona» en Alilian. Se trata de El Camino del Abuelo. Vino complejísimo, envejecido durante 21 meses en los que estrena dos veces barrica nueva (y barrica nueva de verdad, no de aquellas que se dicen ser nuevas) y donde la selección de uva es primordial. Vino de gran personalidad no apto para todos los paladares, ya que la cantidad de matices que posee es inabarcable.
Alilián representa el buen hacer de unos profesionales que emprenden este apasionante proyecto, fusión de países y culturas que a buen seguro llevan la comentada hasta la saciedad «Marca España» desde este pequeño terreno a las afueras de Aranda de Duero por toda la geografía peninsular hasta la poderosa industria china, creando unos vinos exclusivos y donde la calidad prima por encima de la cantidad. Recomendamos probarlos con el sosiego y la calma necesarios. No deben existir las prisas. Así se crearon y así se trabajaron. Alilian no solo crea fermentados de la uva, crea sensaciones. Y eso es importante en estos tiempos de prisa y estrés.
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