Dentro de la gira que les está llevando por buena parte de la geografía hispana, la parada de Del Bronham y Austin Slack llegaba a El Puerto de Santa María (Cádiz), en concreto a la coqueta Sala Milwaukee, uno de esos lugares que hay que visitar sí o sí, en caso de pasar por esta localidad andaluza.
Un concierto que rememoró en más de dos horas lo que significa el concepto de Rock and Roll. Talento, aptitud y actitud capitaneados por dos estrellas de la guitarra; el veterano Del Bronham, leyenda británica de las seis cuerdas, que desde los sesenta demuestra sus dotes para manejar la Gibson Les Paul (anoche es la que llevaba) tanto en su banda Stray como en otros proyectos y la joven promesa Austin Slack, una «maquina» de solo 18 años que, a buen seguro, en el futuro es más que probable que escuchemos hablar de él, por su virtuosismo y facilidad para afrontar los riffs y punteos más exigentes y parecer que su ejecución es sencillo. Técnica «a raudales» y una rapidez endiablada en los dedos. En la noche portuense les acompañaban el búlgaro Bobby Nikolov a la batería y el australiano David Gordon al bajo que compusieron un cuarteto vigoroso y que sonó a la perfección.
En cuanto al set list, temas propios y versiones que comenzó por «Ramblin on my mind» y del que pudimos escuchar temas de Bronham como «House of love», «Can´t find my way», «Slave» o la preciosa «I believe it», aunque más interesantes nos parecieron las canciones del primer álbum de Slack titulado «Act 1 & Act 2», del que destacamos la interpretación de «Something else», su primer videoclip «Home», «Do you want me?», «Critical masses» o «Belief» y las versiones que empezaron pronto con el cover a ritmo de Rymth and Blues del «Ain´t no sunshine» de Bill Withers, el «Purple rain», con su inolvidable punteo final, de Prince, «Foxy lady» de Jimmy Hendrix y unos bises de envergadura con el «Gimme some lovin´» de Spencer Davis Group y el mítico «La Grange» de ZZ Top.
Durante los poco más de ciento veinte minutos, bromearon en español e inglés, demostraron buena predisposición entre los cuatro y nos ofrecieron todo tipo de virtuosismos a la guitarra, con duelos interpretativos del más alto nivel, que nos dejaron con la sensación de haber visto los inicios de alguien destinado a protagonizar el «Ha nacido una estrella». Quédense con este nombre: Austin Slack. El futuro le pertenece.
Grande Austin Slack! ??????
Totalmente de acuerdo contigo, Pablo