Por mucho que le pueda joder a algún purista que otro el metal es el lenguaje de la calle, por mucho que las hordas del barrio hayan atacado la universidad para quedarse en ella y esa nueva experiencia se haya trasladado a la nueva forma de entender el metal. El metal siempre fue esa litrona a pachas con los colega mientras una cinta grabada sonaba en aquel viejo radiocassette. Ahorrar pasta como podías para comprarte otro disco más. El primero en la papelería para pillar la revista que revisabas desde la portada hasta la última coma. El metal siempre fue rebeldía, miradas recelosas por encima del hombro, carreras huyendo de la policía, la excitación ante algún concierto en vista. El metal siempre fue nosotros contra ellos, juntos no podrán con nosotros, solo el metal nos podía comprender. Y así aquí o allá, más allá, donde a veces era casi imposible conseguir discos para escuchar. El metal siempre permanece en ti aunque te embarques en otra historia que contar, o tal vez la misma que siempre has vivido pero de otra manera.
Si alguien es metal es Franklin Zambrano y sus Arrecho. Clásico de la escena venezolana, su metal crudo borracho de blues y lengua mordaz sigue dando guerra a todo el que le plante pelea. Yo me declaro el mayor fan de Arrecho a este lado del Atlántico o al menos eso cuento a los cuatro vientos, aunque espero y estoy seguro que habrá más gente por estos lares que haya descubierto el poder venenoso de Arrecho. Ahora Franklin se embarca en esta aventura acústica que él mismo me contaba que le hacía muchísima ilusión, y a mi escucharla. Este «Ofensivo y acústico» fue grabado el 4 de agosto del año pasado y es el punto final a esa aventura acústica comenzada con el ep «La gente buena» antes de volver a retomar la tormenta de decibelios de la que presumen. Abren con ese blues áspero, mal hablado y sincero llamado «Que se vayan a la mierda todos» y casi sin habernos acostumbrado nos topamos de frente con «Cretino» fuerza domada lo necesario en acústico en el que Franklin canta con rabia. «Sirva otro ron», letra mordaz «…se fue mi mujer con mi mejor amigo tan solo porque él era su marido…» otra puta forma de vivir de entender el día a día.
Calma con «La buena gente» para no dejar títere con cabeza «…entre los buenos no estoy yo…». Cae una fantástica versión de «Heart of gold» de sabor a taberna y alcohol. «En mi nombre no» tienes hechuras de western rock, con horca preparada en el patíbulo para hacer frente a los traidores. «Hasta el final» suena estupenda en su versión acústica -todas lo hacen, no nos engañemos- pero esos golpes de melodía son épicos. Otra versión, que ya les conocía y que les queda de escándalo porque la llevan a su terreno, convirtiendo «Baby please don`t go» en un grito crudo y atemorizante. «Arrecho» es callejero, vida a flor de piel, realidad, brutalidad, una canción enorme. «La del estribo» y se nota la conexión con la gente, con el público, las tablas de Zambrano. De regalo nos incluyen el ep «La gente buena» por si fuera poco. Grandes Arrecho, tiene que haber sido un lujo poder disfrutar de sus canciones en formato acústico, lástima que sea muy poco probable que crucen el charco pero amigos, Arrecho es rock and roll, y metal, por supuesto.
¡Vaya, qué honor! Ver cómo la música habla por sí sola le da a uno el gusto de pensar que logramos el cometido.
Gracias Carlos. Un gran abrazo de parte de ARRECHO.
Quizá hoy no crucemos el charco pero al final lo haremos porque es improbable. Saluuud ?