Pues no, no me ha gustado esta cuarta temporada de los Peaky ‘fucking’ Blinders. Mira que he sido un ferviente ‘die hard fan’ de las aventuras, desventuras, desgracias y dramones de la familia Shelby pero creo que han patinado en estos seis nuevos capítulos como nunca lo habían hecho y me jode, no creáis que no me jode.
Mira que lo tiene siempre todo para triunfar: actorazos, estética impresionante, buenos personajes y caracterizaciones, banda sonora distintiva y personal, fotografía muy chula e impresionantes guiones pero, precisamente en esto último, es donde no han acertado para nada haciendo aguas desde el primer capítulo…
Nunca me había pasado, ni tan siquiera en la 3ª que no era ni mucho menos redonda, que no sólo bostezase sino que sintiese ese ‘dejavú’ en donde piensas una y otra vez que todo se repite; en otro escenario, con otros ‘malos’, con otras circunstancias pero todo se repite, Tommy como macho ‘Alpha’ de la familia cagándola de nuevo y pringando a todos sus miembres, sus crisis, sus coqueteos, sus ingeniosas formas de solucionar la debacle familiar a punto de tocar la campana del ‘KO Shelby’. Y no hablemos del macarrismo ya resobado a la hora de verlos capítulo tras capítulo a cámara lenta y en andante formación con la típica canción macarra de turno para insuflar socarronería. Por cierto, hablando de la banda sonora, me gusta que salga del espectro Nick Cave, Radiohead, P.J. Harvey, esto no lo criticaré.
Hablemos ahora de la trama, ¿Una ‘vendetta’ en la que Tommy adopta un papel pasivo y a la defensiva?, ¿una ‘Vendetta’ en toda regla por sólo dos muertes?, ¿una ‘Vendetta’ en la que el personaje de Adrien Brody parece una caricatura de un ganster de La Cosa Nostra?, ¿really?. Hace aguas por todas partes, lo siento.
Por no rajar en todo momento, disfruto con las interpretaciones, me sigue gustando muchísimo Helen McCrory (Polly), me sigue flipando la visceralidad y el carácter imprevisible que le sigue imponiendo Paul Anderson (Arthur Shelby) y el carisma y los diálogos de Tom Hardy en su papel del judío Alfie Solomons pero Cillian Murphy y su Tommy Shelby…¡copón! que no me creo que porque la familia le mande ‘de vacaciones’ le vengan de nuevo las neuras y las histerias, la evolución de su personaje está estancada, inexistente diría yo, y vamos muy mal si el personaje principal da signos evidentes de cansancio.
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