Mece el viento la cortina ondulante
descubriendo el azul de un cielo que se esconde
travieso, tras la blancura de su paño.
Suena la melodía de Dios
y reconozco de nuevo la mañana
en su origen primitivo — desmemoriada
y luminosa, como las fachadas del sur —

La brisa sopla a favor,
entra la cortina por la ventana,
se ahueca.
Ahora la habitación es un velero
y el sol repite la misma ceremonia
sabedor, esperándonos.

 

 

 

 

by: Angel

by: Angel

Melómano desde antes de nacer, me divierto traduciendo canciones y poesía. Me gusta escribir. Soy un eterno aprendiz y bebo de casi todos estilos musicales, pero con el buen rock alternativo me derrito.

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