Es cuanto menos curioso pero al escuchar los primeros compases de la banda sonora de Carter Burwell sobre unos créditos en negro parece que va a comenzar «Muerte entre las flores» o «Fargo», sobre todo la primera por la similitud entre sus acordes. El hecho que el primer nombre que aparece es el de Frances Mc Dormand sigue dejando esa sensación de algún producto de los hermanos Coen. Y si bien es cierto que nada tienen que ver los autores de «Sangre fácil», un tanto de su espíritu tiñe esta interesante película.
El responsable es Martin Mc Donagh que hace ya unos años sorprendió con la notable «Escondidos en Brujas», filme que contenía uno de los mejores guiones de los últimos años, con unas lineas de diálogo que en más de un momento llegaba al sobresaliente, con unos actores en estado de gracia encabezados por Colin Farrell y Brendan Gleeson, aunque también adolecía de un sentido irregular en la puesta en escena alternando momentos brillantes con otros de factura más mediocre. Y algo así sucede con «Tres anuncios en las afueras», un buen largometraje plagado de altibajos en su dirección donde lo mejor de su propuesta es el guion, los actores y la banda sonora (justísima nominación al Oscar la de Carter Burwell, que aunque parezca sorprendente solo ha estado en la terna final en dos ocasiones) que le han llevado a ganar el Globo de Oro a la mejor película del año y que por lo tanto le sitúa como una de las grandes favoritas para repetir premio en marzo. Y hay que reconocer que el guion es bueno, narrando una historia donde una madre-coraje coloca tres vallas publicitarias recordando a la policía su ineptitud en la investigación de la violación y muerte de su hija. Su agrio carácter chocará de forma frontal con algunas autoridades. Su historia se convierte en original merced a sus ágiles diálogos, con una protagonista femenina que apenas disimula su tristeza, convirtiéndose en una persona arisca y mezquina sin un ápice de empatía. Como contrapunto tenemos al «sheriff», un hombre con una grave enfermedad que intenta hacerlo lo mejor posible y con un punto irónico que en las conversaciones con la ofuscada madre saca lo mejor de los personajes, haciendo que al final resulten simpáticos (o por lo menos menos antipáticos que lo que reflejan a primera vista). Como colofón tenemos a un ayudante racista y agresivo que va alcanzando protagonismo según se van desarrollando los acontecimientos. Estos tres perfiles quedan bien retratados gracias a las interpretaciones; tanto de Frances Mc Dormand, colosal y que no sería extraño que recogiese su segunda estatuilla tras «Fargo», un eficaz Woody Harrelson, que con los años está eligiendo fenomenal donde participa y a pesar de no ser un actor con demasiados registros acaba luciendo y Sam Rockwell que está inmenso.
Un título recomendable que ofrece mucho en sus dos horas aunque quede la sensación que podría dar más de sí y que demuestra que Martin Mc Donagh es mejor guionista que director, aunque con los mimbres que suele tejer no sería de extrañar que con los años nos deje una obra completa, de esas que se recuerde durante bastante tiempo. Nos quedamos a la espera.
0 comentarios