Había escuchado hablar de los valencianos Shirocco pero es cierto que no había catado su álbum de debut. Este grupo que en sus inicios era un power trío formado por tres hermanos y que evolucionó a quinteto. Al lío, que me voy por las ramas, algo habitual en mi de todos modos, a fin de cuenta, santo y seña de la casa. Veis. Shirocco presentan «La teoría de la transformación», un disco que se va introduciendo en tus sentidos con cada canción, y que cuesta equiparar con otras cosas escuchadas para tender el sencillo puente de la comparación. Ya la portada del disco te pone sobre aviso de que van a intentar escapar de terrenos mundanos para intentar perderse en territorios más místicos. Su fórmula mágica en la que son capaces de mezclar sin complejos y con talento, el rock, pop,historias más alternativas… se van transformando en cada canción, en cada acorde, cada frase.
El disco lo abre «Eclipse» y desde el primer momento la voz actúa como punto hipnótico en el que centrar tu atención mientras los sentidos se van llenado de percepción. Una especie de combinación maldita de Radiohead, Muse ylas melodías elegantes de gente como Elefantes podría servir como coctel sonoro y presentación en carta de la propuesta de los valencianos. «Xibalba» presenta ese tono transgresor a ratos de un disco como «Flamingo» de Bunbury, aunque sus caminos solo se crucen como lejana referencia en este caso, no como faro o guía de sonido. «Todo cambia» calza perfectamente el sonido de guitarra para alcanzar esa meta épica a la vez que la melodía de voz se abalanza sobre terrenos más pop. «U.F.O.» eleva su particular plegaria por el rock and roll, mostrando la cara más potente de la banda.
Sonidos compactos se dan la mano sin complejos en «Supralunar». Tras el breve «Interludio» nos metemos de cabeza en la pop «Amor mutante» de ecos electrónicos. «Génesis» alterna la potencia de sus guitarras con la psicodelia moderna y las melodías accesibles. «Interstellar» y «La teoría de la transformación» cierran el disco, con un sonido muy elegante la primera y con un halo hipnótico la segunda gracias a la melodía de voz y a ese ritmo electrónico que envuelve toda la canción. Mención especial para el estribillo. Muy buen disco.
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