Retomemos la reseñas de series con una de esas que parecen pasar desapercibidas en la parrilla de Netflix pero que te atrapan más de lo esperado. Os hablo de The Sinner, la serie del canal yankee USA Network que aterrizó este verano gracias a Netflix. Y digo ‘desapercibida’ pues el pasado período estival parece que todo el mundo veía ‘dragones y zombies blancos’ y no había más allá de Daeneris y Jon Snow quitando todo el protagonismo a unas cuantas series de autor, más pequeñitas y con menos medios como Ozark y la serie de hoy en cuestión. Todo el proyecto parte de su protagonista absoluta, la actriz a reivindicar, Jessica Biel, que, al parecer, harta de papeles ‘sin chicha’ se asocia con la productora Michelle Purple para encontrar un proyecto interesante y definitivo que de un empujón a su carrera artística, quizás demasiado eclipsada (quizás una actriz sin suerte) por ser la mujer de un tipo del que me cuesta mucho nombrar su nombre en este blog. No tardaron en encontrar Oro en la novela The Sinner de la alemana Petra Hammerfahr poniéndose manos a la obra y convirtiéndose ella misma en productora asociada.
En primer lugar y para empezar, las destacables interpretaciones que se marcan Jessica Biel y Bill Pullman en esta ficción basada en un inexplicable asesinato son fundamentales para entrar en el thriller psicológico que plantea toda la trama y comprender las atormentadas mentes de nuestros protagonistas. Una historia que no trata de encontrar al asesino, que huye de impostadas intrigas con virajes de guión sorpresa, no, una historia con necesarios ‘flashbacks’, sin más, en donde un estable y feliz (con sutilezas) matrimonio sufre un desafortunado incidente por el que quedan marcados siendo ella la más perjudicada por motivos que obviaré aquí para no destripar nada.
La protagonista está muy conseguida, la Biel consigue esa inestabilidad/fragilidad bajo la capa de estabilidad familiar y su evolución capítulo tras capítulo es muy destacable. En el caso de Bill Pullman, mira que este actor nunca me ha acabado de convencer, sus papeles como perfecto Presidente USA, exitoso empresario, Don Juan, padre coraje, etc,… nunca me han llamado la atención y es por ello que verle ‘en el lado oscuro’, sin ser una interpretación de sobresaliente, es de agradecer viéndolo en una tesitura ‘looser’ muy alejada a lo que nos tiene acostumbrados. El resto del reparto correctos, sin más.
Para acabar, en lo que respecta a la resolución de la trama también es lógica, sin estridencias ni golpes de guión, todo es esperado pero aquí no hemos venido a ‘descubrir al malo’ hemos venido a presenciar cómo afecta ‘el incidente’ a nuestros protagonistas, cómo les cambia, cómo les hace evolucionar y sentir el dolor en sus propias carnes, nada más.
La continuidad de la serie, visto el éxito, se está tanteando pero lo que queda claro es que la historia está cerrada y, en el caso de hacer una 2ª temporada, sería con una historia diferente.
Empezó tímida pero acabó como una grande.
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