Otro discazo de 2017 que no voy a dejar pasar aunque estemos ya en 2018 es el del debut de otra banda sueca que se me quedó grabada a fuego cuando El Capi la pinchó en su ‘Behringer’ radiofónico. Insistió e insistió tanto en sucesivos programas y un servidor disfrutó y disfrutó tanto con los avances sobre el bombazo en larga duración de los Dead Express que me prometí a mí mismo estar al quite para disfrutar al máximo de uno de los debuts suecos de este año. Le ha llegado su hora…¡Y la tuya!, JUMP!!!…
Con esta banda te vas a sentir ‘a cuerpo de REY’…
Formados a principios de 2014 en la localidad sueca de Niköping por cinco tipos obsesionados con el rock’n’roll más sucio y electrificado, se han tomado su tiempo para registrar en estudio sus temas, y no ha de extrañar a nadie pues su hábitat natural siempre ha sido el escenario y tocar en bloque frente a sus ‘die hard fans’ sin importarles demasiado el sacar en rosco su primera colección de canciones. En marzo de este año sacan un explosivo E.P. de debut, The Demon (2017), que impone una disciplina escandinava jodidamente energética y efectiva a pesar de cierta linealidad en melodías. Pero, tan sólo medio año después, el pasado septiembre, se desmarcan con un primer L.P. que pule definitivamente el ‘punch’ que podía faltarles, y es que Bloodsucking Queen (2017) es una colección de canciones imbatible, sonido Detroit puro pasado por el filtro de Gluecifer, Hellacopters o, en menor medida, Backyard Babies y ahí están temas tan aplastantes y venenosos como su ‘hitazo’ «The King» o temas tan redondos, rotundos y pegadizos como el chicle como «Super Special Powers», «Love Stinks», «Stiletto Dance» o el furioso ‘groove’ de «Rat Race» que confirma la auto-denominación de su estilo, ‘Sweaty Action Rock with Punk Attitude’.
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