¡’Copón bendito!’, ésta es una de las expresiones que siempre siento cuando escucho a los italianos Ufomammut. Me he dado cuenta también que, cuando hay temporal, la colosal e inhumana música que Poia (guitar, FX), Urlo (bass, vocals, FX & Synths) y Vita (drums) llevan facturando desde 2002 me llama desde algún punto oscuro de mi ser porque he caído rendido en su particular infierno estos días de viento huracanado y frío tal y como ya me pasó con Ecate (2015), también en pleno temporal helador.
Pues bien, el motivo (o la terapia meteorológica) no es otra que recurrir a su nueva bestia sónica con la publicación del octavo álbum ya de una de las bandas más atronadoras y contundentes de la faz de la tierra, su título, simplemente es 8 (2017) como concepto de ‘infinito’ pero también como concepto gráfico y algebráico de ‘curva plana’ que se encuentra en un punto central común como punto de partida de la siguiente.
Los Ufomammut son unos ‘workaholics’ a la hora de trabajar los conceptos de sus discos, de eso no me cabe ninguna duda…
Adéntrate en la maraña inquietante de la ‘oveja guerrera’…
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La escucha de un álbum de Ufomammut no es fácil, siempre sientes que te ponen a prueba en la primera o segunda escucha pero te aseguro que la espera y la paciencia merecen la pena. El Stoner Doom Sludge de tintes apocalípticos y con pasajes de extremo goticismo es sencillamente demoledora y con un gigantismo que muy pocos alcanzan. Me enganché tarde con los italianos ya que Ecate (2015) fue mi primera toma de contacto con las hostilidades que proponen pero, a día de hoy, me considero un ‘die hard fan’ al 100%. Su nuevo trabajo, 8 (2017), considero que incluso supera al anterior, la muralla sónica es jodidamente sangrante, la distorsión y la intensidad sónica son brutalísimas pero ojo, lejos de ser una banda lineal y aburrida en la línea de unos Conan, los italianos tienen un algo que me subyuga y me hipnotiza, no es todo un puñetazo de Stoner Doom al uso, las atmósferas están trabajadísimas, los arreglos también, con temas largos que rondan los diez minutos dando rienda suelta a su vena Psych como su inicial «Babel» o el tormentoso caos cósmico de «Zodiac» y «Prismaze» para recaer sin remisión en pasajes cósmicos como «Fatum» o el Doom más reptante y maligno como «Wombdemonium». Lo cierto es que al finalizar su escucha acabas exhausto (en el buen sentido) pero extrañamente complacido de haber vivido una experiencia única y encabronadamente demencial, ‘8’ un disco que no deja lugar al respiro, sin un segundo de descanso (de hecho los temas están enlazados como si de una ‘Jam’ en pleno Apocalipsis se tratase), sin un instante de paz…
Aquí el ARTEFACTO…
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