Hasta ahora, se habían hecho cinco películas sobre las andanzas del “hombre araña”, una primera de Sam Raimi, que a pesar de que en algunos momentos parecía un videojuego, funcionaba bien, con un TobeyMaguire que se responsabilizaba por la muerte de su tío Ben y donde llevaba al límite la frase: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad”. Su acoso escolar y su relación con la Mary Jane de KirstenDunst expresaban la dicotomía perfecta entre el despierto adolescente y el superhéroe atormentado. En la segunda entrega, se volvía a dejar patente ese trauma en las acciones del héroe y sus problemas para relacionarse, aunque seguía adoleciendo de diálogos algo cursis. La tercera bajó tanto el nivel que decidieron finalizar en trilogía las realizadas por el creador de “Posesión infernal”. Cinco años después, en 2012 se volvía a intentar con “Theamazing Spider-Man”, con un Andrew Garfield como Peter Parker, que sin ser malas no reflejaban el espíritu de la creación de Stan Lee, no conectando lo suficiente con el público y donde las escenas de acción eran rodadas con planos ínfimos de duración y todo ordenador, pues tras dos entregas dirigidas por Marc Webb, la franquicia dijo adiós.

Ahora, tras la fantástica aparición en “Civil war” de los Hermanos Russo, es el momento de comenzar este nuevo proyecto, donde vemos un Spider-Man adolescente, novato y con motivaciones diferentes, pues no se encuentra marcado por la culpa de la trágica muerte de su tío, que ni siquiera se mienta, más bien es un joven que descubre lo espectacular que es ser un superhéroe. Así que, encontramos a un Peter Parker más egoísta, más “niñato” e inmaduro, de hecho en más de una secuencia se lo recuerdan los villanos. Gracias a su torpeza en estas primeras escaramuzas se consigue que la cinta tenga sentido del humor, pues sorprende que el resto de los personajes no sirvan de alivios cómicos; ni los malvados ni el grotesco Happy de Jon Favreau, ni siquiera IronMan que en más de un momento parece el héroe (ejemplo claro es la escena del ferry). Incluso el personaje de Robert Downey Jr. tiene tal protagonismo que le entrega un traje que parece diseñado para él. En eso, y en que la banda sonora de Michael Giachino es bastante inferior a la de Danny Elfman, en las de Sam Reimi parecerían una rémora pero este nuevo “Hombre araña” tiene unos cuantos puntos a su favor, comenzando por Tom Holland que es perfecto para el personaje y dota de buenos matices a su héroe, que como hemos escrito antes parece que su motivación es destacar. La pena es la elección de casting de su primer amor Liz, ya que la química con Laura Harrier escasea, al parecer ella mucho más mayor, altísima y no parece que conecten en demasía. Seguro que en próximos largometrajes esto lo corrigen con MJ. El “malo” es un Michael Keaton correcto, lejos del estomagante personaje de “Birdman”, una de las “cosas” más sobrevaloradas de los últimos años, donde se atacaba a este tipo de cine de evasión de forma inmisericorde, hablando del proceso creativo de modo “cultureta” y con diálogos pretenciosos que parecían escritos por un adolescente despierto pero sin demasiados conocimientos (casi como este Peter Parker) pero que como todo el cine de González Iñárritu gusta mucho a un cierto sector del público y de la crítica, aunque sus historias sean aburridas hasta decir basta, cosa que no sucede aquí, pues el sentido del ritmo es maravilloso y sus dos horas y cuarto pasan en un suspiro. Y a pesar de ser un superhéroe más superficial y menos atormentado que en las de Sam Reimi, el hasta ahora desconocido Jon Watts ha construido un “divertimento” pasajero, fácil de ver y fácil de olvidar, un “blockbuster” con multitud de defectos (a los escritos antes hay que sumar algunas secuencias sin sentido, como la batalla final en lo alto de un avión) pero con un buen montaje, entretenido y una puesta en escena que es la demandada por el consumidor actual de estos productos, que dota de más importancia al que pensarán los demás, la superficialidad y las redes sociales que a asuntos más delicados como el sentimiento de culpa y cómo redimirla.

Spiderman: Homecoming – Jon Watts

by: Jose Luis Diez

by: Jose Luis Diez

Cinéfilo y cinéfago, lector voraz, amante del rock y la ópera y ensayista y documentalista con escaso éxito que intenta exorcizar sus demonios interiores en su blog personal el curioso observador

2 Comentarios

  1. alan

    Jose luis eres un pendejo que no sabe sobre el cine perfecto solo eres un estupido que mira peliculas de los 80 pinche animal

    Responder
    • José Luis Díez

      Lo primero gracias por leer el artículo, siento que no le haya gustado el enfoque ni la opinión. Noto por su tono, que o debe ser una persona con muchas ganas de ver este cine de superhéroes o con poca edad (o ambas). Imagino que en el futuro y con el horrible paso de los años («juventud, divino tesoro, que te vas para no volver») se atemperará su carácter y aprenderá a escuchar otras opiniones y rebatirlas, pues existe poco cine perfecto y casi todo está bastante antes de los ochenta. Un cordial saludo, Alan.

      Responder

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