Hacía ya cinco años que no tenía noticias de los italianos Electric Swan, curioso, porque en estos tiempos que corren, en los que la crisis discográfica ha dado como resultado que multitud de bandas se hagan cargo de su carrera, incluyendo el lanzar sus propios discos, resulta extraño que un grupo que ha conseguido captar la atención con sus discos anteriores, tarde tanto en volver a poner en circulación nuevas canciones. Claro que no siempre las palabras de admiración de muchos a través de un teclado de internet se corresponden luego con las ventas de discos o entradas de la banda en cuestión, somos mucho de elevar a los altares pero olvidarnos de ceder nuestras plegarias, es el mundo que nos ha tocado vivir, en el que todo el mundo a través de un muro de facebook se ha convertido en juez y parte aunque a la hora de la verdad, las palabras se las lleva el viento, y las escritas se las come el olvido.
Como decía, me resultaba extraño que los italianos Electric Swan llevasen tantos años sin lanzar nuevo disco después de su fantástico «Swirl of gravity», pero continuas historias aderezadas por cambios de formación, han terminando llevando a buen puerto a la banda del gran guitarrista Lucio Calegari, que presenta este tercer disco Electric Swan, titulado «Windblown» en el que su guitarra junto a la voz de Monica Sardella son los grandes protagonistas, pero no es justo obviar el trabajo de la sección rítimica formada por Vincenzo Ferrari y Alesandro Fantasia, culpables de ese groove funk que recorre el disco de arriba a abajo. Afortunadamente los italianos se han convertido en apuesta segura y lo siguen demostrando. Hard setentero, heredero de gente como Grand Funk Railroad, muy buenos solos de Calegari y esa voz que atrapa. Momentos blues como en «Losin’ time» o»Here is nowhere», una guitarra brutal como la que podemos escuchar en «Face to face», los momentos jazz de la instrumental «Beautiful bastard» o ese espíritu hard rockero de «Sin’s a good man’s brother».
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