Tras el éxito comercial de Aliens, los ejecutivos de Hollywood se lanzaron como locos a preparar una nueva secuela de Alien. Pero ni Ridley Scott, ni James Cameron parecían dispuestos a volver al universo alien. Tras muchos candidatos, el elegido para dirigir esta tercera entrega fue un novato David Fincher, Fincher era un reputado director de anuncios y vídeos musicales que posteriormente desarrollaría todo su potencial en films como Seven, El club de la lucha, Zodiac o La red social. Hubo muchos guiones, varios cambios de director, dudas sobre si la teniente Ripley debía aparecer y muchos problemas de producción. El guión final tomaba cosas de varios borradores previos y se reescribía incluso con el rodaje ya avanzado. Todo ello derivó en que el presupuesto se disparó de forma desorbitada.
Sin embargo, Alien 3 no acabó de funcionar. Para no repetir la fórmula de Aliens, Alien 3 vuelve la mirada hacia el film original: sólo hay un alienígena y los humanos no disponen de armas de fuego. Parecía una vuelta a los orígenes, pero Alien 3 no aportaba suficientes elementos de interés. Sí es cierto que el alien cambia algo de aspecto (poco) por gentileza del diseñador original (Giger) y está generado por ordenador (de forma chapucera a veces), pero no son grandes aportaciones.
Esta vez la teniente Ellen Ripley es rescatada de la lanzadera en la que acaba en la peli anterior, recurso que ya nos empieza a ser familiar. Esta vez va a parar a un obsoleto planeta prisión llamado Fury 161. Dicho lugar está lleno de piojos (de ahí el aspecto rapado de Ripley) y peligrosos reclusos con doble cromosoma Y que se han convertido en fervientes creyentes religiosos (¿?). Una vez más, el alien se las arreglará para aparecer en escena, si bien, esta vez la cosa queda bastante forzada. No queda claro cómo demonios la reina logró depositar un huevo en la nave ni a qué se debe el leve cambio de aspecto del alien (se supone que adapta su fisionomía a la de su huésped). Personalmente, me resultó muy forzada la manera en la que se cargan de un plumazo al resto de supervivientes de la película anterior. La presencia de una mujer (Ripley) alterará la vida dentro de la instalación penitenciaria pero el alien lo hará aún más. Por cierto, en este film veremos a Ripley intimar con el médico de la penitenciaría (Charles Dance), un toque humano que nos acerca a nuestra heroína. No está mal concederle al personaje un poco de descanso. Lamentablemente, la cosa no durará mucho.
La imagen de Sigourney Weaver con la cabeza rapada fue un pequeño shock en su momento pero la verdad es que le queda bien al personaje y Weaver se llevó bastante pasta por dejarse rapar el pelo. El giro que supone que Ripley lleve en su interior la larva (o lo que sea) de una reina alien me pareció bastante interesante y le da un toque crepuscular al film. Ripley está condenada y no va a sobrevivir de ninguna manera, pero aun así intentará que la compañía (¿el auténtico villano de la saga?) no capture a un espécimen de alien vivo.
El desarrollo del film es bastante rutinario, hay escenas de asesinatos y algún buen susto, pero no es un film a la altura del original y como espectáculo queda muy lejos del Aliens de James Cameron. Incluso a veces se hace pesado y aburrido. Por cierto, no entiendo la necesidad de volver a incluir una escena en la que Ripley reactiva a un androide, esta vez revive a Bishop (Lance Henriksen). Tampoco me convence el tratamiento que el film hace de los reclusos, no quedan bien definidos: se nos explica que son unos peligrosos psicópatas, pero realmente se comportan como personas asustadizas, nada de comportamiento psicótico. Tampoco llegamos a conocerlos ni a identificarnos con ellos lo más mínimo.
Fincher se muestra seguro y hábil a la hora de rodar a pesar de su inexperiencia. Escenas como la del acoso del alien a Ripley en la enfermería o la trampa final tienen una gran fuerza pero no logran que el film atrape ni emocione especialmente al espectador. La fórmula ya no funciona. Sólo en algún momento puntual podemos adivinar que este director iba a ser uno de los directores más destacados de los siguientes 20 años. Se dijo que Fincher tuvo muchos problemas durante el rodaje, la carga religiosa del film no era del agrado de los directivos del estudio, quienes recortaron el metraje mutilando la obra de Fincher.
Sigourney Weaver expresó su deseo de acabar su participación en la saga, ella misma produjo Alien 3 para asegurarse que este sería su último enfrentamiento con el alien. Ripley se sacrifica para acabar definitivamente con la amenaza que supone el alien en una escena que intenta resultar emotiva y queda bastante ridícula debido a los deficientes efectos especiales. Los efectos especiales no estuvieron a la altura y tampoco queda muy creíble cómo Ripley sujeta a la reina alien que intenta salir de su interior en el último momento.
Visto el final, cabría pensar que Alien 3 cerraba definitivamente la participación de la teniente Ellen Ripley y Sigourney Weaver en la franquicia. ¿O no?
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