Seguramente me voy a crear algunos enemigos con lo que voy a decir, pero jamás te fíes de aquel que no posea una lista de estos, por muy reducida que pueda llegar a ser. Y lo digo con consecuencia, a sabiendas de que la revista no se hace responsable de las opiniones del baranda de turno, lo suelto, porque pienso que el panorama musical pop hispano es lamentable en estos momentos, hablando de la escena en general. Alguna publicación ha impuesto su línea editorial, amparando bajo su manta, bandas que no siempre tienen ese algo especial que se empeñan en hacernos creer. El panorama es triste y desolador, más aún si comparamos con un pasado, en el que el pop de este país ha escrito páginas de oro, con grandes canciones y bandas, que quedan como recuerdos nostálgicos, mientras nos meten por los oídos, a unos nada dignos sucesores, pero por suerte, siempre hay excepciones, gente que se implican en sacar adelante un proyecto capaz de volver a hacernos creer que hay esperanza.
Ese es el caso de los madrileños Pasavento que se han marcado un ep fantástico, lleno de grandes canciones, donde la calidad y las premisas de sonar lo suficiente atractivos, son cabecera de sus canciones. Escuchar un tema como «Luz de agosto», auténtico hit en potencia, si aún los medios fuesen capaz de programar música, en vez de despilfarrar pasta en realitys shows descafeinados, o recurrir a fórmulas manidas y sin interés. Cierto paralelismo con gente como Los Planetas en sus mejores tiempos, deambulan por estas canciones, aunque como me dijo un compañero de la revista, voz autorizada en estas lides, ya quisieran los de Granada haber disfrutado de un vocalista como Nacho Quintero. «Ajenos al destino» abre este disco, que por cierto, Pasavento son la continuación de aquella buena banda llamada Midnite Special. Desde el comienzo, esas melodías se convierten en referencia clara. Junto a Nacho que comparte labores vocales con su guitarra, David Alonso a la guitarra, Daniel Dilla al bajo y Gustavo Leo a la batería, son los artífices de canciones como «Lucha convencido», donde las guitarras toman protagonismo.
«La brisa» se mueve entre ese tiempo contenido de las estrofas y los continuos ataques que se suceden instrumentalmente, dotándole de mucha fuerza. «Preguntan por ti» se envuelve de nuevo en esas atmósferas. Si volvemos a hablar de grandes canciones pop, no podéis dejar pasar la canción que pone punto final al disco, «San Lorenzo», una maravilla, de ritmo pausado y riqueza musical. Sin lugar a dudas, Pasavento, si consiguen superar los mil y un escollos en el camino, y siguen esta línea, es una de esas bandas destinadas a convencernos de que el pop y el indie siguen teniendo gente que merece la pena.
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