No se si Punky Meadows es un ángel caído, pero si que es un tipo muy consecuente con su forma de pensar, un tipo que destila honestidad por encima de cualquier ambición personal. Para los que no sepáis quien es, formó parte de esa grandísima banda de hard rock melódico llamada Angel, junto a Greg Giuffria. Su imagen y su forma de tocar no pasaron desapercibidos para nadie, ofertas sobre la mesa tuvo de gente como New York Dolls, Kiss (Gene Simmons fue quien descubrió a Angel) o Aerosmith, que le habrían catapultado a la primera división y a ser idolatrado por un montón de gente, que posiblemente, ahora ni se molesten en escuchar este nuevo disco, el primero que graba después de 35 años. Eran tiempos en los que el heavy metal y el rap, copaban los gustos del público y Meadows no se sentía identificado con ambos, por lo que decidió aparcar su guitarra. Por suerte, ha decidido volver a regalarnos sus composiciones, y junto a Danny “The Farrow” Anniello (Lords of Mercy) guitarra Chandler Mogel (Outloud), a la voz; Bobby Pantella (Monster Magnet), a la batería; Charlie Calv (Shotgun Symphony), a los teclados, y su compañero en Angel, Felix Robinson, al bajo.
«Fallen angel» es un discazo de hard melódico, de esos que solo están al alcance de grandes como este tipo. Ya la primera canción «The price you pay» deja claro que aquí de lo que se presume es de calidad y clase a raudales. «Straight shooter» posee unas guitarras muy potentes que contrastan con el protagonismo del teclado y la inmensa melodía vocal. ¡Genial!. «Breathless and jaded» es directa, actual, con grandes dosis de pop en la forma de encararla. Más rockera es «Loaded gun», y merece ver la pena ver como Chandler, se desenvuelve sin problemas en tesituras más potentes. «Lost and lonely» vuelve al sendero de la melodía, ¡y de que manera!, con un estribillo brutal. «Home wrecker» es muy ochenta, escucha esos teclados esa melodía vocal que me trae a la cabeza a ratos a los estupendos Bad English durante parte de la estrofa.
«I wanna be your drug» suena muy setentera, con un estribillo fantástico, y según el propio Meadows, influenciada por los Beatles. «Leaving tonight» es la balada del disco, lucimiento del vocalista entre acústicas. ¡Que bien suena «Searchin»!. Hard rock con unos teclados descomunales. Con «Something strange» vuelven a endurecer el asunto, dando rienda suelta a las guitarras. «Shadow man» suena a hard clásico, con esa batería y las guitarras, y es que a fin de cuentas, fue compuesto por Meadows con 18 años y que podía encajar sin problemas en el repertorio de Kiss. Más ochentero suena «Shake shake». Se despide con esa preciosidad que es «Summertime love». 35 años han pasado para su primer disco en solitario, la espera ha merecido la pena, ahora esperemos que le tengamos a menudo con nuevos discos.
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