El nuevo trabajo de Okkervil River es un disco que tiene que salir en las listas de los mejores del año del oyente con buen gusto. Esta banda de Texas jamás ha gozado de notoriedad en nuestra tierra salvo por algún núcleo de incondicionales que cayeron rendidos con su obra maestra conceptual Black Sheep Boy. A su frente sigue estando Will Sheffield y, aunque como todas las bandas han sufrido idas y venidas de muchos integrantes, la cabeza pensante sigue en forma y tomando el timón. Su nuevo trabajo, Away llega enfundado en una preciosa portada que acompaña perfectamente lo que el oyente se va encontrar entre sus surcos. Un trabajo influenciado por la muerte del abuelo de Sheffield junto con otros cambios en su vida, y la pesadumbre de tales acontecimientos se mezcla con una música que emana una especie de funesta sensibilidad de sonidos campestres e idílicos paisajes sonoros.
Amantes de sonidos con energía e ímpetu que no se acerquen a este relato musical que Okkervil River ha creado. Lo poético deambula con un misterio denso y oscuro con momentos de cósmicas emanaciones pastorales. El aura que desprende Away me recuerda a aquella obra maestra de Mercury Rev , Desserter’s Song Sheffield canta como si estuviera desfallecido, pero desprendiendo un calor con su voz que en ningún momento transmite frialdad. Los temas van desarrollándose arropando al oyente en una especie de manto de nostalgia creando de tal manera una sensación de sentirse perdido, extraviado en un mundo donde se busca la paz interior.
Away se tiene que escuchar como un conjunto para poder sentir esa emoción poderosa que Sheffield consigue transmitir tanto con la guitarra rítmica como los pasajes de exuberante orquestación. Y es que el disco rebosa de músicos de gran calidad como puede ser Marissa Nadler y/o Cully Symington, sólo por citar algunos. Un disco perfecto para escuchar entre un clásico atemporal como Astral Week y el Happy Sad de Tim Buckley.
Away son de esos trabajos que exhalan una textura única, palpable con la escucha atenta y tolerante; un disco que honra la procedencia del nombre del grupo, ya que la banda tomo su nombre de un cuento de la autora rusa Tatiana Tolstaya, sobrina nieta de León Tolstói, su escritura a veces metafórica y/o satírica conviene al espíritu del conjunto de Texas.
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