Hablar de DGM es hacerlo de una de las bandas de metal progresivo más veterana de Italia, y que tiene a sus espaldas nada menos que 22 años de trayectoria, aunque en la actualidad ninguno de los miembros originales milita en el grupo, siendo el batería Fabio Costantino, el miembro más longevo de la banda, y eso que él entraría a formar parte de ella en el 1999. Curioso, pero cierto. DGM nació en el 1994, y no vio su primer álbum hasta el 1997, llegando a evolucionar dentro de su estilo musical totalmente, del Power Metal, inclinándose la balanza hacia los terrenos del Metal Progresivo.
Con su primer álbum Change direction, un nombre que ya tiene una señal por donde seguir muy clara, llegarían a tener una enorme repercusión dentro de su propio país, Italia, y en parte de la Europa del este. Ya con Wings of time, darían un paso muy importante dentro de la carrera profesional del grupo, donde llegarían a tener un notable éxito en las listas de ventas del país nipón, llegando a superar en vetas, la cifra de 4000 álbumes en tan solo 10 días, pero no sería hasta el 2009 cuando el grupo llegase a lo más alto dentro de los grupos de Metal Progresivo a través del álbum The Frame, con el que llegaron a salir de gira por toda Europa junto al grupo Symphony X, constatando en el álbum Momemtum del 2013, una banda que se había estabilizado, dentro de su seno, como en la composición de sus temas. Momento en el que la banda daría el salto a los festivales de Rock Progresivo Norteamericanos, y con una primera gira por la zona asiática.
El próximo año se celebrará los 20 años de la salida de su primer álbum, y ha sido este pasado me de agosto cuando este The Passage ha visto la luz, que, tal como lo ha definido el cantante del grupo, estamos ante la obra más ambiciosa que haya hecho nunca la banda. En él encontramos colaboraciones de Evergrey, Tom Englund, y el guitarrista de Simphony X, Michael Romeo. Compuesto por 11 canciones, el grupo se recrea en los sonidos más melódicos dentro de los términos de Progresivo, y hasta los más extremos,con los que el grupo traspasara fronteras dentro de su sonido, marcando un disco totalmente completo. En el que han evolucionado de una forma muy coherente, dejando más hacia un lado el sonido del Power metal, adentrándose en cada canción con una presencia mucho más notoria de los teclados. Dejando grandes canciones como “Portrait”, siendo esta canción por si, la perfecta excusa para que te hagas con el disco. La filosofía, y el trabajo de más de 20 años, definidos a la perfección dentro de un tema, que lo tiene todo para hacerse un hueco entre los directos, y los clásicos de la banda.
Para todos los grandes degustadores del Metal Progresivo The passage es el álbum que no tenéis que pasar por algo desapercibido, en el se muestra una banda totalmente eufórica, y que ha hecho que de su música, todavía emita magia, sin tener que recurrir a oras grandes bandas, sino adentrarse dentro de su propio sonido y explorarlo hasta sacar el resultado que han hecho. Para mí, es una obra muy definida, con unos músicos que saben compenetrarse entre sí, y que claro está. Han sabido llegar a ese nivel de unión que muy pocas bandas han logrado en toda su larga, o corta carrera musical.
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