Seguimos con nuestro ciclo sobre cine coreano. Hoy toca una joya del cine de asesinos en serie que nos pilló a todos por sorpresa y demostró que los coreanos también saben hacer excelentes thrillers.
No estamos habituados por estas latitudes a ver un film policíaco ambientado en las zonas rurales de la Corea del Sur de 1986. Estamos más acostumbrados al cine de psicópatas ambientados en grandes ciudades de Estados Unidos y a que los polis sean tipos con traumas que superar pero buena gente al fin y al cabo. Pero Memories of Murder o Crónica de un asesino en serie como se le llamó por aquí es un film atípico. Ya desde el principio te das cuenta que la policía coreana dista mucho de los medios técnicos y humanos que podemos ver en el CSI. Primeramente llama la atención que ni los habitantes del pueblo ni los policías mismos están concienciados de la importancia de la investigación, son torpes e ineptos. No están preparados para hacer frente al frío asesino al que se enfrentan. Si a la premisa argumental le sumamos otros policías de métodos bastante reprobables nos da un thriller más que interesante. La película va avanzando poco a poco en la investigación y los sospechosos se van sucediendo a medida que los asesinatos no cesan. Las pistas parecen crear un laberinto que no conduce a ningún sitio. Tanto los personajes como el espectador se ven inmersos en un desasosiego que no parece tener fin. Desasosiego aumentado por la incertidumbre de la identidad del asesino, un asesino sin rostro cuya identidad se nos torna todo un enigma.
Al igual que en la posterior Zodiac (David Fincher 2007), el espectador se ve atrapado dentro de una investigación que puede llegar a obsesionarle. Incluso se podría considerar Zodiac como un encubierto remake americano de Memories of Murder (2003). Ambas películas son muy recomendables y se basan en casos reales pero son técnica y formalmente muy distintas. Obviamente la peli coreana ha contado con menos medios pero la dirección es igual de interesante. El film presta especial atención a los objetos (la funda de las botas, las zapatillas), los lugares comunes (las vías del tren), los secundarios (geniales todos ellos) y logra mantener la atención de espectador mientras la trama se va complicando. Los personajes están muy bien definidos (si bien los actores tienden a sobreactuar en ciertos momentos) tanto o más que en cualquier film policíaco hollywoodiense.
El director Bong Joon-ho dejó claro con este film que puede hacer películas de género tan bien (o mejor) que Hollywood. Toma prestados los estereotipos propios del thriller policíaco (los policías con caracteres opuestos, las broncas del jefe, los medios de comunicación) y los devuelve mejorados. Joon-ho realiza un espléndido trabajo de dirección de actores y puesta en escena, amén de saber combinar varios géneros aparentemente antagónicos (comedia y thriller). Luego Bong Joon-ho realizó en 2006 The Host (괴물, Gwoemul) con la que demostró otra vez que es capaz de mirar de tú a tú a Hollywood también en cuanto al género de monstruos.
Resumiendo, Memories of Murder es un laberíntico thriller circular que devuelve al espectador una y otra vez al punto de partida. Recomendable.
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