Volvemos al ‘Vintage Rock’ para hablar de los ingleses Buffalo Summer y de su segundo trabajo Second Sun (2016). Y es que siempre hay que dejarse llevar por las recomendaciones de Sammy Tylerose, del blog «Sammy Plays Dirty» pues siempre da en el clavo cuando propone bandas de ‘Classic Hard Rock’ que se alimentan primordialmente de la música que se paría hace cuarenta años.
Las comparaciones y las referencias vuelven a ser odiosas en este tipo de casos en los que una banda basa su sonido en referencias a una época y unas bandas tan sustanciales para la música pero ya os aseguro desde aquí que Buffalo Summer están a año-luz de ser una ‘impersonator band’, sí Pupilos, vais a encontrar a Zeppelin en los riffs, a Lynyrd Skynyrd en ciertos desarrollos, a Free y Bad Co. en sus atmósferas pero todas y cada uno de estos sabores y muchos otros más han sido asimilados como toca para mostrar su propio e intransferible sonido y ser ellos mismos.
La escucha de este Second Sun se degusta desde el primer segundo con un jolgorio y una algarabía inusitadas, no sólo tienen una colección de canciones que supera con mucho a su destacable debut, sino que también compruebas que se han currado un disco redondo, lleno de matices muy chulos, muy rico también en cambios de ritmo y estilos y, sobre todo, muy divertido y entretenido, perfecto para este verano que ya huele a Otoño en estos días. ¿Será que Barret Martin (Screaming Trees, Mad Season) se ha puesto a los controles y les ha producido un disco tan espectacular como atractivo?. A buen seguro que habrá tenido algo que ver…
La banda de Neath, UK, formada por Jonny Williams (guitar), Andrew Hunt (vocals), Darren King (bass) y Gareth Hunt (drums), parece haberse gestado en la soleada California Pupilos, temas ardientes y molones, un ambiente de diversión pero también de seducción y referencias constantes al disfrute de la vida, los ‘instintos’ y el amor con el rock’n’roll como denominador común.
Y todo empieza a desgranarse desde el primer tema, «Money», muy Rival Sons para empezar, le sigue el divertidísimo «Heartbreakin’ Floorshakin'» en donde apreciamos cierta cadencia Aerosmith/Zeppelin que se hace continuista en la pegadiza «Make You Mine». Los acercamientos más comerciales tienen un lugar destacado en el álbum y la sureña e hipnótica «Neverend» junto con «Light Of The Sun» se convierten en los ejercicios más ‘mainstream’ del conjunto. Aquí es donde te das cuenta de lo cuidadas que están las melodías y las armonías vocales porque te quiebran el alma y te tocan la fibra en muchos momentos. Sonoridades tradicionales las tendréis en la bluesera «Levitate» y la ‘Southern’ «Water To Wine» sin quitarnos de ninguna manera el buen gusto por los estribillos; así como muchos detalles 90’s, de Seattle en concreto, que se manifiestan claramente en «Priscilla» que apesta a Screaming Trees/Soundgarden y las preciosas armonías vocales de «Bird On A Wire» que os remitirán claramente a Alice In Chains.
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