Era viernes por la tarde, en pleno mes julio donde con el ocaso del sol ya se puede salir a la calle a buscar algo de fresco. Así que me dirigía a la zona de Callao, y Malasaña, hacia un lugar determinado; una pequeña sala de conciertos, y “garito” mítico en la “noche madrileña”, con un nombre peculiar y que todavía no había visitado: El Perro de la Parte de Atrás del Coche, para asistir a las actuaciones de los madrileños Overcaust y Blackbox con la colaboración de los valencianos Wild
Fue bajar las escaleras de la sala y quedarme sin cobertura de móvil, así que pedí una cerveza mientras esperaba la salida del trio levantino que regalaba a los asistentes unos imanes para la nevera de aspecto tan psicodélico como su música. iluminada por un proyector con filtros de agua al estilo de los 70. Me agradaron bastante con su sólida actuación, aunque, lamentablemente, debido a la distorsión del micrófono del cantante no entendíamos nada cuando se dirigía al escaso público que en ese momento se encontraba. Si te atraen los inicios de Black Sabbath y su atmósfera retro son muy recomendables
Los siguientes en aparecer fueron los Blackbox, veterano quinteto madrileño, que esa noche era cuarteto por la paternidad de uno de sus guitarristas y que durante su actuación de media hora nos alegraron los oídos con su estilo cercano al punk y el hardcore, y que fue el que más público congrego. Nos deleitaron con “The Trial”, “Unstoppable”, la versión “XOX” de los californianos Hot Snakes, “Radio Cheaptrick”, “Revelations”, “The Price”, “Borebom” y “Reliable” para terminar.
Y llegó el turno para la salida de Overcaust que habían anunciado la grabación de su actuación y se les vio las ganas de agradar al público durante su concierto. Iniciaron la noche con “Hombres de Negro” para continuar con “El Planeta de los Simios”. Siguieron desgranando películas con “Los Mercenarios” y después con una mítica serie americana en el tema “El Principe de Bel Air”. Siguieron la descarga con “Pequeños Guerreros”, “ Depredador” y terminaron con su conocido “Robocop”. Como se puede observar la presencia cinematográfica se encuentra presente entre sus influencias sonoras.
Una noche completa para recorrer distintos estilos de música y terminar con una sonrisa por la actitud de grupos jóvenes y no tanto.
Texto: David Galeote
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