Un single es una canción-gancho que te pone sobre la pista de lo que puede ser el disco en el que va a estar contenida. Pero claro, en muchos casos, o el single es el único tema salvable de un álbum anodino y plano, o es el propio single es que falla encontrándote una maravilla de plástico o, quizás este podría aplicárse en este caso concreto que nos ocupa hoy, el single tiene ese gancho particular y reconocible que todo el mundo espera para luego encontrarte algo inesperado y diferente.
Y digo bien, «Empty» vendía a los Garbage de siempre, guitarreros, saturados e irresistiblemente comerciales pero que, a un servidor, no le convencían del todo porque era ese ‘más de lo mismo’ que se agradece siempre pero que no sorprende…
Y ‘ete aquí’ que han conseguido sorprenderme, «Empty» es el gancho comercial perfecto, deudor del debut de la banda de Madison sí, de hecho no podía haber sido otro en todo el sexto álbum de Garbage titulado Strange Little Birds (2016) porque lo demás era lo que, para éste que suscribe, deseaba obtener. El juego del despieste les ha funcionado.
Si la gente (yo mismo incluido) se esperaba un disco deudor de aquel mítico debut del ’95 gracias la canción mencionada, a su reciente 20 aniversario y a las declaraciones de la banda en donde confesaban haberse dejado de corsés estilísticos dejándose llevar más que nunca por la locura y la oscuridad, es, precisamente esto último y en letra pequeña lo que nos ofrecen en Strange Little Birds, es decir, oscuridad sentimental acorazada de toneladas de electrónica. De hecho, sónicamente el predominio de samplers, teclados y loops sobre las guitarras y el rock alternativo es más que evidente siendo su disco más electrónico desde Version 2.0 (1998), de hecho me recuerda mucho a él en varios momentos.
Para continuar con esta maniobra de despiste, la banda sigue jugando con nosotros (ya lo hicieron en su anterior Not Your Kind Of People) con un ‘tracklist’ poco convencional y exigente pues hasta el track 7 todo son baladas y medios tiempos exceptuando el single. Aunque ¡OJO!, en mi opinión es muy arriesgado hacer esto, pero aquí no hay irregularidades y los temas en general rayan a un nivel de notable desde la Industrial «Sometimes» (muy Ho
El tramo final es cuando la cosa se anima muy mucho tras tanta calma tensa explotando en nuestros tímpanos «Magnetized» con esa saturación sónica en primer plano, al igual que la enérgica y ultra-poppie «We Never Tell» que recuerda por momentos a «Special». La oscuridad vuelve en «So We Can Stay Alive» pero en forma de guitarras distorsionadas entre el fuego a discreción de samplers y loops. Para acabar, «Teaching Little Fingers To Play» rebaja un poco el nivel de adrenalina y arreglos explosivos con otro tema susurrante de esos que tanto me ponen de Shirley para acabar con la tinieblas de «Amends», un corte final de épica electrónica, de ahogo y claustrofobia existencial, un corte incómodo pero necesario para acabar de despistarnos del todo esperando la típica baladita blanda que cierra sus discos y encontrarnos con un tema tan emocional e intenso como éste que te envuelve por completo entre sus texturas y falta de aire.
Y hablando de ‘falta de aire’ y atmósferas…
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