La suerte del actor estaría a punto de cambiar, y todo gracias a la serie que le cambiaría el devenir en su carrera cinematográfica que, tal como hemos visto en los dos anteriores capítulos, se estaba quedando atascada entre papeles sin importancia, y relegado a la función de extra.
La serie Rawhide, además de concederle un éxito dentro de la pequeña pantalla, el cual las producciones de Hollywood se lo habían negado, también le serviría como trampolín al cine. A ese género que más satisfacciones le ha llegado a otorgar ya sea como actor, director y productor muchos años después. En esto hablo del film Sin perdón, película con la que llegaría a obtener su primer premio de la academia como mejor director. Un western que no hubiera tenido el mismo sentido, sino hubiera pasado anteriormente por las cámaras de Sergio Leone. Pero esta será otra historia que ya os contare mucho más adelante.
Sin duda, el spaghetti western sería una buena tabla de salvación, tanto para Clint Eastwood, como para el propio Sergio Leone. No siendo el primer director en rodar un spahhetti western, pero sí que fue el que creo un icono a seguir dentro de los protagonistas de este género. Para su película Por un puñado de dólares, el director italiano iría buscando la figura de un actor que diese el perfil más cercano a Henry Fonda. El cual estaba dentro de su planteamiento, para dar vida a el forastero, pero que por desgracia, para el propio Leone, Fonda tenía un caché muy prohibitivo para una producción italiana de aquel entonces. La Metro Goldwin Mayer le recomendó a un actor que todavía no acababa de dar el salto, pero que le veían en el a una de la promesas del séptimo arte. Su carta de presentación fue en un episodio de la serie, en el que aparecía sin hablar y caminando cabizbajo. Esa secuencia para Sergio Leone fue la que le valió para contratarlo. Pero el proceso para llevarlo a la pantalla sería mucho más complejo: tenían que envejecerlo, y conseguir que su perfil fuera mucho más seco y cortante, y para eso le pidieron que se quedase con una barba de varios días. Más cercano a actores como Charles Bronson, actor por el cual se habría apostado también, para encarnar al forastero, pero que declinaría la oferta considerando que el guión no era bueno, o el codiciado Henry Fonda.
Uno de los problemas que tuvo el actor desde el principio del rodaje fue que Clintno era fumador. No le gustaba para nada el tabaco y esa fue una de las batallas que tuvo perdida desde el principio. Antes de empezar el rodaje ya iría el bueno de Eastwood pidiendo que suprimieran el tabaco dentro de su papel, que era algo que él mismo no podría llegar a aguantar. A pesar de las diferencias que habría dentro del equipo de rodaje, como por ejemplo, el actor tenía un intérprete que le daba las instrucciones, para Sergio Leone, Clint Eastwood era el actor que interpretaba, y cuando llegaba el momento de parar, se quedaba en algún rincón del plató, meditando si hacer nada más. Pero Leone, tampoco le hizo caso, y aunque fuera algo que hasta ese momento no se habían percatado, el papel de forastero para Clint Eastwood, era como vestirse de su propia piel. Con el paso del tiempo, sería imposible desligar al actor del personaje, y mucho menos, ver al personaje con la faz de otro actor, ni tan siquiera, aunque hubieran podido contratar al llamado héroe infeliz, el personaje ya no hubiera sido el mismo que encumbraría a la fama tanto a Clint Eastwood, como a Sergio Leone.
Dos personas que supieron entenderse dentro de los estudios de rodaje. Sergio Leone supo manejar al actor para darle mucho más sentido dentro de su actuación, y Clint Eastwood llegaría a asesorar a los guionistas con aspectos del western , de cuales ellos estarían un poco verdes en ese terreno. Eastwood fue ese amigo que se encontró en medio del camino, cuando el film que daría pie a la trilogía del Dólar, estaba casi en un punto muerto. Por un lado estaban los escenarios donde se pretendía llegar a rodar. En Italia, no había localizaciones que pudieran servir para el rodaje de la película. Así que decidieron que España fuera el lugar más idóneo para poder llevarla a cabo el primer film, con ubicaciones que irían desde Almería a Colmenar Viejo en Madrid, que daría paso a una de las trilogías más punteras de todos los tiempos del cine.
Trilogía que no estaba prevista desde un primer momento, pero que debido a la repercusión que tendría, terminó por llegar a rodarse dos filmes más. Y que ,por cierto, el film siendo una versión de una película de Kurosawa, Yojimbo, no contaba con la aprobación del director japonés. Siendo hasta tal punto en el que el director italiano, negó tajantemente que fuera una versión sacada del film.
La solución llego con una demanda judicial, en la que tuvieron que ceder el 15% de los derechos de venta a nivel mundial, y los derechos en exclusividad en Japón. Al director de cine Akira Kurosawa, que llegaría a declarar que sólo los derechos que llegaría a obtener sobre el film de Leone, serían mucho más de los que él pudo haber percibido por su película original, y que además, el llamado en encubierto, remake, para el director japonés, era un gran film, el cual le llegó a gustar mucho.
El film se estrenaría en el 1964, llegando un año más tarde a España, justo en el momento en que se estaba rodando La muerte tenía un precio. Y ese trío formado por Clint Eastwood como protagonista, Sergio Leone a la dirección y la banda sonora de Ennio Morricone consiguieron firmar uno de los westerns más grandes que se han filmado más allá de los Estados Unidos.
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