Los discos de Florence + The machine tienen la curiosa cualidad de ser altamente adictivos. Al principio no entran fácil, sus melodías no son obvias y los arreglos pueden resultar demasiado barrocos. Cuesta un tiempo hacerse a ellos. Pero llega un punto en el que descubres que varias melodías del disco se han metido en tu cabeza y no hay manera de sacarlas de ahí. Entonces ya es tarde, estás atrapado en sus redes.
A mí me ha pasado con cada uno de los tres discos de Florence + the machine pero reconozco que con este tercero estoy enganchado. Cuando más lo escucho más me gusta. En cada nueva audición descubro matices o giros vocales que me sorprenden. Incuso canciones que en las primeras escuchas no me decían nada, me acaban fascinando repentinamente.
How Big, How Blue, how beautiful rebosa una enorme calidad. Es tal la majestuosidad de sus arreglos que elevan al pop a un nivel muy superior a lo que estamos acostumbrados. No estamos ante un disco de pop intrascendente, sino ante un virtuoso ejercicio de estilo. El disco es la perfecta fusión de una gran voz, melodías asombrosas y una ejecución tan barroca como magistral. La prodigiosa voz de Florence Welch te va guiando por un sendero lleno de grandes melodías y arreglos estudiados hasta el último detalle. Este disco suena como una exquisita joya. Debo destacar los emocionantes arreglos orquestales de Queen of Peace y el tema que da título al disco.
[youtube id=»B9v8jLBrvug» width=»620″ height=»360″]
La producción de Markus Dravs (colaborador de Brian Eno, Björk, Arcade fire o Coldplay) es tan variada como perfecta. Nada suena fuera de lugar a la vez que todo resulta nuevo y refrescante. Hay momentos para grandes melodías pop como Ship to wreck, Delilah o la emoción en Various storms and saints. El disco termina con Mother, un tema que empieza de forma ligera que va creciendo hasta convertirse en una arrolladora tormenta sónica gracias al gran trabajo de producción de Paul Epworth en el único tema en el que colabora. No se vayan todavía. Florence Welch va tan sobrada de talento que se reserva para la edición Deluxe joyas pop como son Hiding (que podría ser número uno en medio mundo) o Make up your mind. Ya quisieran muchas supuestas estrellas del pop poder crear canciones así de redondas.
[youtube id=»KSM0lLbVYOo» width=»620″ height=»360″]
How Big, How Blue, How Beautiful es un gran trabajo, la salvación del decrépito pop actual. Uno de los discos del año para quien os escribe.
0 comentarios