rsEditado en pleno auge del rock alternativo, en un panorama si no diametralmente opuesto, bastante diferente al que regía en los últimos 80’s, «Voodoo Lounge» se destapa como lo que será el libro de estilo a seguir por la banda en sus próximos lanzamientos, a saber: Trabajos muy espaciados en el tiempo, sobrecargados de repertorio que compense sus largos impasses y editados más cómo testimonio de permanencia y/o apoyo de sus giras que cómo expresión creativa per se; lo que no es óbice para afirmar que se trata de una obra notable, bastante superior, de hecho, a lo que venían despachando en entregas anteriores. Pero vayamos por partes.

El redondo abría con una tripleta ganadora, la mejor alineada, quizá, desde los días de «Tattoo You»: Con la sinuosidad de «Love Is Strong», la chulería contenida de «You Got Me Rocking» y el chute poppie de «Sparks Will Fly» poniendo las cartas sobre la mesa y confirmando un mejor estado creativo que el que se adivinaba en «Steel Wheels». No, no parece que la inadvertida marcha de un Bill Wyman cuyo grado de compromiso con el grupo había pasado a ser estrictamente nominal haya hecho mella alguna en el entorno de la banda.

«The Worst», deliciosa y arrastrada pieza acústica con Richards haciéndose cargo de la voz, da paso a «New Faces», cuyo uso del clavecín, así como su temática de amor herido remite y mucho a aquellas baladas barrocas con las que intentaban aferrarse a los hit parade en los tiempos lejanos, lejanísimos, de Brian Jones.

«Moon Is Up» supone un cambio radical de tercio, una delicada gema de pop onírico y regusto melancólico envuelta en una producción con toques futuristas y la colaboración del heartbreaker Benmont Tench, cuya aportación termina de remachar uno de los momentos más especiales del trabajo. Cerrando la segunda cara estaba la balada a piano «Out Of Tears», más que cumplidora en su calidad de single potencial.

Un poderosísimo riff propulsa «I Go Wild», disparo rockandrollero con hechuras de himno que preludia a «Brand New Car», número de pocas pretensiones y basamento bluesy, con una letra con regusto a aceite de motor que podría haber figurado en el cancionero del primer Chuck Berry.

Los sonidos de filiación tex-mex, con los que ya habían jugueteado en alguna que otra ocasión, toman cuerpo en «Sweethearts Together», corte en el que no falta ninguno de los ingredientes característicos del género: El bajo sexto de Max Baca, la lap steel de Ron Wood y el acordeón del máximo exponente del género, Flaco Jiménez, dan la ambientación fronteriza necesaria a esta delicada balada.

«Suck On The Jugular», con ese bajo zumbón al comienzo y su aire discotequero y trasnochado da la impresión de ser un descarte del reciente «Wandering Spirit» de Jagger. Uno de los momentos más olvidables del redondo.

Arribando al tramo final del album nos encontramos con una de las piezas mejor pulidas del mismo, «Blinded By Rainbows». Heredera de la cualidad evocadora de tantos temas pretéritos, nos muestra a un Jagger en plenas facultades de transmisión, declamando sobre unos exquisitos arpegios que preceden al estallido del estribillo. Uno de los highlights objetivos del disco, ni más ni menos. «Baby Break It Down» es inevitable que sepa a poco tras el exquisito corte que lo precede, pero no pierde las formas, mostrando una maquinaria engrasada y reluciente, con nuevos bríos, en su faceta más afecta al riff.

Llega el turno de la que fue una de las grandes joyas ocultas de «Voodoo Lounge», que no es otra que la atmosférica «Thru And Thru». Tema orgánico, a corazón abierto, con unos punteos minimalistas de Keith dominando la acción con el acompañamiento ocasional de las acústicas de su técnico Pierre de Beauport y alguna que otra explosión eléctrica, nos muestra a un Richards suplicante y aullador, dándolo todo. Y hablo en pasado de su condición de diamante olvidado ya que su inclusión en la banda sonora de The Sopranos pareció otorgarle un nuevo lustre y reconocimiento al mismo, hasta llegar al punto de ser rescatado para la gira Forty Licks.

«Mean Disposition» echa el cierre a ritmo de rock and roll, con el grupo operando en su formato más básico y deslizando lo que podría interpretarse como una declaración de intenciones a aplicarse («Yes, i’m going to have to stand my ground/Like Crockett at the Alamo»)

Las quince canciones de «Voodoo Lounge» componían el tracklist más largo que habían firmado The Rolling Stones desde los días de «Exile On Main St.». Sin necesidad de entrar en comparaciones estériles o de debatir si tan abultado repertorio respondía a una genuina hemorragia creativa o a la necesidad de entregar un producto de mayor volumen; no cabe duda de que era lo mejor, por homogéneo y bien pulido, que habían entregado en mucho tiempo. No, desde luego no era oro todo lo que relucía -Pese a la consabida firma Jagger/Richards la inmensa mayoría de los temas contenidos están firmados en solitario por uno u otro-, pero cabría preguntarse en qué oscuros negociados andaban metidos otros compañeros de generación de la década que los vió nacer -e incluso de alguna posterior- mientras ellos entregaban un álbum tan fresco, variado, notable y vivificante como el que nos ocupa. Ahí lo dejo.

THE ROLLING STONES – Voodoo Lounge (1994)

by: Alfonso Moriche

by: Alfonso Moriche

Proyecto de bon-vivant fallido. Clásico fuera de onda, amante de la inmediatez en el rock and roll: Garaje, rhythm and blues, soul, surf, punk, glam y... ¡Oh, anatema! Pop conforman mi dieta musical. Vamos a llevarnos bien, ¿no? También se me puede leer en mi blog, Guitarras y fantasía

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Últimas entradas

Últimos comentarios

  1. Discazo de principio a fin cuya producción elegantísima(cualquiera no lo pone sabe ejecutarlo) y cuyas letras made in Jon son…

  2. me gustaria saber autor y titulos de la musica de la pelicula…gracias

  3. La vida no es justa El amor una lotería que a veces toca Mientras montando la rueda de la fortuna…

Te puede interesar

Familias de Cine

Familias de Cine

Hay muchas familias que han dedicado su vida a la interpretación y, ya sea con descendientes directos, cónyuges, parejas eventuales o cualquier otra relación, salen un montón de linajes que han unido su apellido a la historia del cine. Podríamos hacer un listado...

Leize – 40 peldaños

Leize – 40 peldaños

Treinta y siete años cumplirá el debut de Leize este 2025, y aquí seguimos. Leize, tú, yo y unos cuantos más. La voz de Félix sigue siendo inconfundible, e incombustible. Cuantos recuerdos atesoro con Leize como banda sonora, desde aquel lejano 1988 hasta los últimos...

Shadow of the Talisman -As Above, so below

Shadow of the Talisman -As Above, so below

Desde Michigan, EEUU, llega la banda de metal -alternativo añaden en la nota promocional- Shadow of the Talisman con este potente "As Above, so below", un álbum conceptual en el que SOTT se deslizan entre distintas influencias y géneros del metal para dar vida al...

The Excitements – Hard Times

The Excitements – Hard Times

Año 2025 que nos da la bienvenida con la reaparición de la banda THE EXCITEMENTS y su quinta obra HARD TIMES. Lo más trascendente de esta segunda obra con la frontwoman Kissia San, es la madurez en el sonido que se desprende de todo su contenido. Tras un disco como...

The Good The Bad And The Zugly – Decade of Regression

The Good The Bad And The Zugly – Decade of Regression

Retorno con fuerza para comentaros la última de mis adorados THE GOOD THE BAD AND THE ZUGLY. Resulta que el pasado abril lanzaron su último disco conmemorando sus 10 años como banda azotando los escenarios. Su título es Decade of Regression (2024) y se me pasó por...