14 de Noviembre de 2015. Creo que ningún alma podía dejar de pensar, aunque fuera mínimamente, en los macabros hechos de la tragedia ocurridos la noche anterior. El escenario del Wembley Arena nos lo recordaba iluminado de azul, blanco y rojo; los mismos colores que adornaban el colosal e histórico estadio, a unos pocos pasos del recinto, y que servían como marco para las tres palabras del celebérrimo lema galo. Era, por tanto, más que evidente, que el recuerdo de la matanza parisina iba a estar presente en el concierto que iba a dar lugar allí. Ruego que no me toméis por oportunista o frívolo, pero creo firmemente en que ante tragedias de semejante calibre es mejor celebrar la vida que caer en el foso de los juicios y sentimientos más oscuros, que nos nublen y, lejos de aportar cualquier situación, incluso empeore las cosas. Tan firmemente creo en esto como que el rock’n’roll siempre será parte de la solución de las cosas y jamás el problema y, con esa idea en mente, me planté en el susodicho Wembley Arena, recinto bastante espacioso y cómodo, para disfrutar con ilusión de una buena noche de metal. Como tocaban nada más y nada menos que cuatro grupos, intentaremos resumir en la mejor y más justa manera posible el show de aquel sábado, que transcurrió, siguiendo su orden, tal que así…
SYLOSIS
Poco, muy poco, conozco de esta banda británica con cuatro álbumes a sus espaldas y cierta experiencia girando con bandas como Kilswitch Engange o Devildriver, a la sazón referentes de esta banda. Visto desde mi ignorancia, hay que decir que no lo hicieron nada mal y consiguieron empezar a animar a un público que empezaba a mostrar ganas de juerga. Por supuesto, no faltaron dedicatorias tanto a los afectados por los atentados como a sus compañeros de escenario. Show más que correcto y con aplausos muy merecidos.
CHILDREN OF BODOM
Los “Stratovarius cabreaos” como los suelo llamar con cariño y coña a partes iguales ya son más que veteranos y, aunque a día de hoy he dejado de seguirlos bastante, tenía ganas de ver a los que me entusiasmaron bastante con ese Hatebreeder hace ya unos años. Lo cierto es que tuvieron una actuación que no estuvo mal pero es también cierto que me dejaron algo indiferente (y ver al público tan tranquilo y quieto durante su actuación me hace pensar que no estoy solo); las presentaciones rozaban lo caricaturesco (“we’re motherfucking Children of Bodom, from motherfucking Finland and this is from our last motherfucking album”) y su despedida, de lo más apresurada. Insisto, sacaron un repertorio que no estuvo mal: Silent Night, Bodom Night, Hate Me!, Hate Crew Deathroll… pero tan rápido e impersonal que ni lo pudimos paladear debidamente.
LAMB OF GOD
Pese a no ser cabeza de cartel, estos sí que tenían fans entre el público y se notaba desde el primer momento, y no me extrañaría nada que arrancaran a más de un nuevo fan después del magnífico recital que dieron. El sonido tan perfecto y la banda tan conjuntadísima ya era buena señal pero ver la fiereza y violencia con la que atacaban Walk With Me in Hell, Omerta, 512, Set to Fail y demás piezas tan selectas era algo que el público supo apreciar y poco faltó para que sacaran a hombros a Randy Blythe, que además protagonizó una soflama contra el odio, la sinrazón y la intolerancia, instando al respetable a usar la cabeza en estas situaciones. La rabia era palpable y estupendamente canalizada a través de la música, como demostraron en los temas más esperados como Vigil, Laid to Rest y Redneck. Grandísimos Lamb of God y una merecida mención especial para su excelente batería Chris Adler, que tendría que hacer doblete con el plato fuerte del banquete…
MEGADETH
Una de esas bandas que nunca han faltado en mi colección, de esas que me sedujeron desde la primera escucha y lo siguen haciendo, de esas cuya mención de algunos de sus discos me hacen gritar “¡obra maestraaa!”… ¡y que no había visto en mi vida! Con este precedente autobiográfico, podréis entender la ilusión que tenía por ver a Mustaine y los suyos. Pero tanta ilusión te hace más sensible también, y así fue que pasé bastante miedo cuando salta la banda al escenario con un Hangar 18 que sonaba algo raro, como si la banda se acabara de levantar de una siesta. Por momentos, la cosa pintaba algo mal, pero luego pudimos respirar más tranquilos al ver como Mustaine fue cogiendo todo o bien los técnicos dieron con la mezcla adecuada porque a partir de Sweating Bullets y confirmando con Tornado of Souls el concierto despuntó y de qué manera. La vieja guardia Ellefson y Mustaine, quizás tras tantos años tirándose trastos y haber hecho las paces, son un seguro y, en el bando de los nuevos, un Chris Adler que, como ya adelantamos, estaba incomensurable y un Kiko Loureiro que lo hizo francamente bien y no niego para nada su talento aunque admito que me cuesta verlo en Megadeth todavía.
Así y con algún que otro interludio (escenas de películas donde nombraban a la banda a modo de coña o incluso algún paseo de Vic Rattlehead), fueron liquidando temas tanto del último Dystopia como otros de cosechas más antiguas, véase In My Darkest Hour, una de mis preferidas, fueron acercándose a la ola de clásicos final: Countdown to Extinction, Symphny of Destruction, Peace Sells y una sentida Marsellesa interpretada por Kiko que precedió a un Holy Wars… que terminó ya de volvernos del revés hasta a los de la última fila. Como pueden ver, nada que objetar en cuanto a repertorio, que fue glorioso. Mustaine estuvo hasta simpático y sus vaciladas bastante comedidas. Es más, si tengo que poner una pega, es ese rollo que parece estar tan de moda y que los conciertos sean producciones con sus títulos de crédito al final y todo, pues me parece algo totalmente contrario a la espontaneidad e improvisación que uno espera en un concierto así pero que, apreciaciones personales aparte, no empañó el show ni mucho menos.
Este fue el colofón de una gran noche por cortesía de cuatro magníficas bandas que nos siguen haciendo nuestras vidas algo más llevaderas y, por qué no, mejor. Al salir del recinto, enfrente, las luces del estadio seguían encendidas. Al igual que nuestra ilusión. Que nada mate nuestro joie de vivre, por favor.
Brother will kill brother
Spilling blood across the land
Killing for religion
Something I don’t understand
Fools like me, who cross the sea
And come to foreign lands
Ask the sheep, for their beliefs
Do you kill on God’s command?
Megadeth, Holy Wars
LOLO GARCIA para ROCKTHEBESTMUSIC
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