rsPerpetuándose en mostrar una -a tenor de lo que vendría inmediatamente después- sana prevención hacia lo que podían dar de sí a nivel creativo, The Rolling Stones repetían fórmula en «Tattoo You», hurgando en el cajón de los descartes en pos de temas pasados a los que poder insuflar nueva vida; Con una diferencia, eso sí: Mientras que para la confección del tracklist de «Emotional Rescue» retrocedieron a la recámara de su predecesor, «Some Girls», para la ocasión decidieron acudir a un material de mayor solera, remontándose a las sesiones inmediatamente posteriores a «Exile On Main St.» en adelante, lo que en cierto modo explica que estemos ante la rodaja más inspirada de cuántas facturaron los stones a lo largo de la década.

Resulta increíble que un tema de las hechuras de «Start Me Up», una carta de presentación perfecta del sonido 70’s de la banda, con ese riff en la senda de «Brown Sugar», pertenezca a un disco tan tardío. Casi igual de sorprendente que el hecho de que su inclusión fuera descartada de manera sucesiva en «Black And Blue», «Some Girls» y «Emotional Rescue». Poco más se puede decir de uno de sus temas más conocidos, el último, quizá, en ser capaz de engrosar la categoría de imprescindibles del grupo, al menos en sus directos: Un poderoso rock and roll stoniano, con un Jagger subidísimo de chulería y unos atinados coros que bordan una apertura de escándalo.

«Hang Fire», esquirla desechada de «Some Girls», pasa por ser uno de los momentos más deliciosos del elepé. Rotundo rock and roll de estructura doo-woop y adictivos juegos vocales, jalonado por unos exquisitos punteos de Richards, da paso a «Slave», sobrante de los días de «Black And Blue» y con unos invitados de relumbrón: Sonny Rollins, Pete Townshend y, ahí es nada, el retorno del hijo pródigo (Billy Preston) que unen fuerzas en ésta excursión hacia algún punto indeterminado entre el rock, el soul y el funk más atmosférico,y que, por mucho que nos recuerde a lo que se traían entre manos en la segunda mitad de la década anterior, termina por hacerse un poco larga.

Llega el momento de Keith con «Little T&A», corte que estuvo a punto de formar parte de «Emotional Rescue» pero terminó por quedarse en el tintero. Oda a pasadas partenaires con las que el guitarrista ha intimado fugazmente, nos descubre al normalmente sensible y delicado Richards destapándose con unos versos que no destacan, precisamente, por su sutileza («She’s my little rock & roll/ Her ass & tits with soul, baby/She’s my little rock & roll»). En el plano estrictamente musical, por mucho que él clame que se trata de un corte de influencia rockabilly, encontramos una canción con la hiperreconocible signatura sónica que marca a fuego los temas a los que pone voz.

«Black Limousine», otro suelto de «Some Girls», que, a decir verdad, dudo que hubiese encajado en el espíritu «punk» de aquel, acerca al grupo a sus raíces blues, construyendo un corte de lo más vacilón a partir de un riff de slide de Ron Wood. No se puede decir lo mismo de «Neighbours», qué pese a ser una de las pocas canciones concebidas ex profeso para el album, no hubiese desentonado, con su toque deslavazado y urgente, entre los surcos de «… Girls».

El inicio de la cara b con «Worried About You» volvía a retrotraernos a los tiempos de «Black And Blue», con un Jagger ahondando, de nuevo y al igual que en «Emotional Rescue», en las posibilidades que le brinda el falsetto hasta romper en ese rotundo «Baby» que da paso al estribillo. La canción nos trae a la memoria a los stones en su mejor versión setentera, cargados de épica y electricidad, de regusto negroide y savoir faire.

«Tops» databa, nada más y nada menos, que de las sesiones de «Goats Head Soup» , con la guitarra de Mick Taylor estallando en flamígeros solos rescatada para la ocasión. Gloriosa fusión de rock and roll con maneras disco, es cuándo escucho temas así cuándo más increíble me resulta la posición de aquellos que reniegan de todos y cada uno de los movimientos ejecutados por la banda de los 80’s en adelante: ¿Seguro que han escuchado ésto?

Cambio total de tercio en «Heaven», que nos devuelve a unos stones coqueteando peligrosamente con sonoridades ochenteras, en ésta extraña pieza ejecutada a tres bandas por Jagger, Watts y Wyman (que también aporta el omnipresente sintetizador que lo envuelve todo). Atmosférico número de oníricos mimbres, pasa por ser lo más flojo del redondo.

Enfilando la recta final del album, aparece «No Use In Crying», –otra gema perdida de sabor 70’s, con ciertos matices en el estribillo que nos traen a la memoria, aún lejanamente, su revisión de «Time Is On My Side»- y, el que es junto con el de apertura el momento más conocido del LP, «Waiting On A Friend».

Procedente también de los lejanos tiempos de «Goats…», hubo que esperar casi una década a que se decidieran a añadirle una letra. Resulta irónico, cuánto menos, que el tema elegido fuese la amistad, viendo como estaban las cosas en el núcleo duro de la banda, con Jagger y Richards viviendo los momentos más bajos de su relación por mucho que se empeñasen en mostrar lo contrario en el clip de presentación. En lo musical, un encantador número a fuego lento, todo charm, que termina por poner un broche exquisito al trabajo.

Resulta del todo ilustrativo que «Tattoo You» fuese el último trabajo que tuvieron a bien presentar en vivo en mucho tiempo (habría que esperar al ’89 para que retomasen su actividad en directo): La situación en la banda estaba lo suficientemente enrarecida para qué pudiesen funcionar valiéndose de creaciones previamente esbozadas, mas ¿Cómo afrontarían la creación de obras completas, desde cero, con un estado de cosas semejante? La respuesta hay que encontrarla en unos trabajos oscuros, grabados a distancia por un grupo en plena descomposición cuyas dos cabezas visibles ni siquiera se dirigían la palabra. Mientras tanto, quedémonos con el magnífico recuerdo del presente disco, infravalorado por unos y reducido a la condición de cajón de sastre por otros, pese a contar con la que quizás sea la mejor colección de canciones que la banda ha sido capaz de reunir desde los días de «Some Girls».

THE ROLLING STONES – Tattoo You (1981)

by: Alfonso Moriche

by: Alfonso Moriche

Proyecto de bon-vivant fallido. Clásico fuera de onda, amante de la inmediatez en el rock and roll: Garaje, rhythm and blues, soul, surf, punk, glam y... ¡Oh, anatema! Pop conforman mi dieta musical. Vamos a llevarnos bien, ¿no? También se me puede leer en mi blog, Guitarras y fantasía

1 Comentario

  1. Tsi-Na-Pah

    Un disco que me chifla, estuve viendolos en aquella gira que les trajo a España,Algo mitico e imborable.

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