Con lo que me gustó la primera temporada de esta espléndida serie sueca llamada Real Humans en el idioma de Shakespeare y Äkta Människor en el idioma vickingo, no podía tardar demasiado en ‘chuparme’ la segunda, con lo que ahora comprenderéis el por qué me metí con Transparent buscando algo más ligero y que me plantease menos interrogantes morales.
Y no es que las comeduras de cabeza sobre una posible existencia de humanoides entre nosotros desaparezcan del todo, ni mucho menos, pero lo que pierde esta segunda temporada en cuanto al factor sorpresa y las sutilezas de la moral lo gana en cuanto a acción y suspense y, sobre todo, en tanto en cuanto a la interrelación más íntima y cercana entre humanos/hubots.
En esta continuación de la serie todo se centra y articula en esa búsqueda del ‘Grial’ de liberación Hubot, es decir, ese código cifrado que el creador de los androides, David Eischer, crea en vida para poder liberarlos y dotarles de ‘alma’ e independencia intelectual.
Pero claro, nada va a ser fácil para nadie, por un lado, los hubots empiezan a quedar poco a poco aquejados de cierto ‘virus’ que les hace tener inestabilidad, agresividad incluso, además, ‘los liberados’, esos ‘hijos de David’, se vuelven cada vez más radicales en sus derechos, implacables a la hora conseguir sus objetivos (excepcional en su papel Marie Robertson como ‘Bea’). Por otra parte, los humanos se empiezan a poner más que histéricos cuando se extiende el conocimiento del ‘código liberador’ y se vuelven más implacables en el trato con los robots, se empiezan a aliar en organizaciones anti-hubots, incluso a proponer partidos e ideologías en contra de su existencia y a favor de su exterminación.
Los planteamientos morales y las diatribas cívicas no desaparecen, sólo que ya no sorprenden tanto como la primera, aún así vemos como se conforman los ‘transhumanos’, es decir, aquellas personas que se enamoran de los hubots dejando de lado su utilización meramente sexual, vemos también como se plantea la vida después de la muerte cuando el padre de Inger Engman (Pia Halvorgsen) resucita con su nueva forma ‘hubot’, se trata las relaciones en pareja y el instinto maternal en la trama con el bomboncito de Florentine (Josephine Alhanko), presenciamos el ascenso laboral de ‘hubots’ superdotados como Mimi (Lisette Plager), así como, por el contrario, la utilización de los hubots como simples ‘targets’ (objetivos) en ‘Paintballs’ al uso.
Como no me puedo aguantar, sigo diciendo que el reparto femenino es de escándalo (el másculino no tanto, la verdad) y ya no sólo con el ‘elenco hubot’, no!, me derrito con el papelazo y el sex appeal que me produce la actriz Pia Halvorgsen en su rol de abogada.
Unicamente, en negativo, diría que algunos capítulos se hacen un poco pesados en momentos puntuales, no llevan a ningún sitio, no solucionan demasiado y os pongo como ejemplo las neuras del pesado histérico y esquizoide empresario del Hubot Market intentando ‘rizar el rizo’ con la tecnología entre cabreo y cabreo.
Por lo demás, Äkta Människor 2 mantiene el tipo y gana en suspense, me gustó más la primera pero claro, esa novedad en planteamientos era brutal. Se prevee una 3º Season de la que no se tiene todavía la confirmación de la productora (Sveriges Television) pero ya se sabe que están hechos los guiones de cinco o seis capítulos aunque parece ser que el presupuesto es el mayor problema que están teniendo para confirma la 3ª temporada.
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