Los de Texas, entre concierto y concierto también graban discos, y digo esto, porque The Statesboro Revue, viven prácticamente encima del escenario, eso de que es su medio natural, en este caso, es más que un tópico.
En mayo tuvimos la oportunidad de verlos por nuestro país, presentando el que es ya su tercer disco, «Jukebox revival». Su anterior disco me enganchó muchísimo en su momento. No es que los de Austin hayan inventado nada, ni falta que hace a estas alturas. Pero saben llevar sus influencias con honor y orgullo, y sobre todo con calidad. Ese aroma a blues que envolvía su segundo disco, me atrapó desde la primera vez que lo escuché, por eso, cuando me enfrenté con este «Jukebox revival», de sonidos más country rock y sabor americana, en principio eché en falta el sabor y olor a Delta de antaño. Pero lo cierto es que este disco va ganando con cada escucha, y por eso he tardado en hablar de él, porque se ha ido convirtiendo casi en continuo compañero de viaje cuando me enfrento a la carretera, con esa herencia tan bien aprendida de la música que los vio nacer y la imagen perpetua de un Gram Parsons en cada canción.
Once canciones de aroma árido, de esas que conllevan historias diarias que contar sobre un escenario. Desde la inicial «Bedroom floor», donde el juego de voces envuelve toda la canción, pasando por esas fantásticas «Every town», «Like the sound» o «Undone», que te meteran de lleno en esas canciones tan made in USA. Así nos llevan en este viaje hasta esa última «Last ramble» pone punto final a esta nueva entrega de los hermanos Mann.
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