Desde siempre he sentido atracción por los discos en directo, donde se recoge la verdadera esencia de los grupos, lo que me ha llevado a coleccionar bootlegs, casi desde que mis oídos comenzaron a llenarse de rock. Reconozco que realmente, el término que me gusta es discos piratas, más que el vocablo inglés, pero bueno, en estos tiempos de globalización y de criminalización del término disco pirata, he preferido llamar a esto The bootleg series, donde poco a poco, iré contando algo de mis directos no oficiales favoritos. Bueno, sacad la botella de vino, para inaugurar la sección con este doble de Sus Satánicas Majestades.
Este directo, no oficial, data de aquellos conciertos del 69, tras la muerte de Brian Jones, (recordad que falleció el 3 de julio de ese año) y con un debutante Mick Taylor como compañero de filas de Keef, y amigos, casi me atrevería a decir, que se merienda al oficial «Get your ya-ya ‘s out», porque además de contener un sonido de lujo, porque la gente de Swing Pig Records, si en algo eran especialistas, es en editar unos bootlegs de calidad suprema, en todos los sentidos, como demuestran esos dos vinilos de color (azul y verde) o la carpeta, podemos encontrar una banda que tenia puesta la quinta y no estaba dispuesta a bajar el pie del acelerador. Grabado en el Oakland Coliseum, Calilfornia el 9 de noviembre del 69.
Editado originalmente a principio de los 70 por Lurch Records, con una portada en blanco con el titulo impreso, fue un éxito de ventas en los USA, incluso la revista Rolling Stones se hizo eco de esta grabación en su edición del 7 de febrero del 70, escribiendo lo siguiente: «The bootleg Stones album, made up from performances frome the second show at the Oakland Coliseum, was almos inevitable and, …as a bootleg disc and as pure musica, is almost unbeliavable. It captures every thrill of the Stones live on stage, 1969, and in fact offers more, in someways, than the concerts did -because it sounds even better». Se llegó a hacer tan popular que incluso le dieron el título del el bootleg más copiado de todos los tiempos, siendo lanzado también bajo otros tìtulos como «Greatest group on earth», «Peace», «Stone live» e «In concert» entre otros. Esto forzó a Decca a lanzar «Get yer ya ya’s out».
Cuentan desde Swingin’ Pig Records, que las cintas originales del disco (que fue grabado desde el pùblico) estuvieron perdidas en el tiempo, hasta que a finales del 89, alguien cercano a la Swingin’ Pig descubrió las cintas originales de aquel concierto en Oakland en el 69. Esa cinta no solo contaba con el concierto completo, también con mejor calidad respecto a aquellas que fueron editadas a principio de los 70. Y así en el 90, veía la luz esta edición mejorada de aquel majestuoso bootleg, aunque Swingin’ Pig, tuvo que dejar fuera «Jumping Jack Flash» y «Under my thumb» porque el sonido no era óptimo, y decidieron añadir, una grabación de ambos temas, del primero en el Madison Square Garden y el segundo en el Sports Arena de San Diego, ambos en el mismo tour y mismo año.
¿Y como llegó este disco a mi colección?. Pues seria el 90 o 91, no recuerdo bien. En la actualidad, en mi ciudad no existe ni una sola tienda de discos, pero en aquella época, si que había varias. Por aquella época, tenia la manía de colocarme el walkman y comenzar a andar, y muchas veces, mi destino era una tienda que había en un centro comercial del centro, donde abrieron una tienda de discos, en cuya parte superior, se amontonaban cubetas de vinilos, que me pasaba horas mirando y pasando mientras escuchaba la música que reproducían mis cassettes. Y recuerdo aquella tienda (no su nombre), pero si la gran cantidad de vinilos que tenia. Con 18 o 19 tacos la pasta no abundaba en mis bolsillos, estudiaba y curraba los fines de semana en un pub.
Así que iba ahorrando lo que me sobraba de las fiestas y correrías nocturnas, para ir comprándome discos. Y aquel día no tenia previsto comprar nada, pero fue encontrarme con este vinilo y zas, amor a primera vista. La carpeta, el track list, los discos de color……no se, pero acabo en mis manos, y creo que jamas he vuelto mas rápido a casa como aquel día, pensando solamente en ponerlo en el tocadiscos de mi currada minicadena, donde tronaba al vecindario a ritmo de rock and roll, día y noche.
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