Había ganas de adentrarse en este Fear the Walking Dead, y los datos de audiencia del pasado domingo en los Estados Unidos así lo señalan. Sí, el público quería adentrarse y explorar los inicios de ese apocalipsis que elevó a Rick y los suyos, de la mano de Frank Darabont a tocar la gloria con una monumental primera temporada de Walking Dead.
Y si se ha mencionado al bueno de Darabont no es por casualidad, y si bien nunca le podremos perdonar que intentase tomar el pelo el la escena crucial de su aclamada The Shawshank Redemption, queda claro que lo suyo es de un nivel superior. Un nivel al que Dave Erickson y Robert Kirkman, creadores de este Fear The Walking Dead, a partir de ahora FTWD, visto lo visto en el piloto, queda claro que no van a ser capaces ni tan sólo de apretar el botón del ascensor.
En la mayoría de casos, basta con dar un vistazo al reciente de The Strain, un episodio piloto, y más cuando las expectativas están tan altas, es el encargado de mostrarnos la grandeza de lo que nos espera, y aquí, o han tenido un mal día o, simplemente es que no saben más. Tampoco es que nos lo vayamos a cargar, y más estando Kim Dickens por ahí, pero el arranque ha estado lejos de lo que algunos esperábamos.
El punto de partida no está nada mal, con una primera escena en la que se quiere jugar con la realidad o la locura producida por los efectos de la droga bastante lograda, y en la que tenemos la primera aparición de los nuevos infectados. A partir de la escena inicial y a lo largo de una hora, hasta llegar a la notable escena final del episodio, ante nosotros va a aparecer un carrusel de tópicos que no harán otra cosa que venirnos ganas de hacer una sesión con la primera temporada entera de Walking Dead.
Típicos adolescentes cuyas relaciones con sus progenitores no pasan por el mejor momento. Un personaje protagonista, Nick, que si bien puede agradecer que le hayan dado el personaje con más sustancia, no es capaz de darle el juego necesario, y lejos, muy lejos queda, de, por poner un ejemplo, del Jim de 28 Days Latter, mientras que los que le acompañan, es para que se lo hagan mirar, y es que ni ni Alycia Debman-Carey, en el papel de su hermana, ni Cliff Curtis en el de padrastro, y, lamentablemente, ni Kim Dickens, consiguen crear la química necesaria para que lleguen a interesarnos sus pequeños problemas actuales, y veremos si, ya que igual todo ha sido debido a un mal día, con todo lo que les ha de caer encima consiguen que lleguemos al sexto capítulo. Y tres apariciones, aunque una la veamos vía streaming, de los nuevos infectados, y digo nuevo ya que tal como se anunció en su momento aquí los no-muertos van a ser bastante diferentes de los de WD, que, y aquí otro tema a destacar, todo parece indicar que en este aspecto si se han puesto las pilas; sin duda en este aspecto les damos un punto positivo, junto con un elenco de personajes que poco aportan, son el eje principal de un primer acercamiento a los orígenes del apocalipsis.
Es pronto, sólo ha sido una primera hora, que si bien ha quedado lejos de lo que tiene que ser un piloto y de las altas expectativas que se tenían, por lo que esperaremos a la próxima semana para acabar de dictar sentencia, eso sí esta semana tenemos nuevo capítulo de The Strain…
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