El_niño_44

 Es sabido que las dictaduras (sean del signo que sean) maquillan la realidad para tener engañado y controlado al pueblo. Si la propaganda y la censura fallan, siempre se puede echar mano de la represión, una terrible combinación de eficacia más que probada. “No hay crimen en el paraíso” reza el film en su arranque, como si tal paraíso hubiera existido alguna vez sobre la faz de la tierra. Para Josef Stalin el asesinato era una enfermedad capitalista inconcebible en su próspera dictadura del proletariado. La búsqueda de un asesino de niños se tornará una tarea casi imposible debido a la burocracia y el férreo control de las fuerzas del estado. Ya sabemos que, en cualquier dictadura, más que los méritos se valoran la sumisión y la capacidad para mirar hacia otro lado.

 El director sueco de origen chileno Daniel Espinosa se dio a conocer con El invitado (Safe house) y ahora ha sido el seleccionado para dirigir El niño 44, la adaptación del best seller de Tom Rob Smith. La novela de Smith se inspira en los crímenes cometidos por El carnicero de Rostov en la década de los 80, si bien Smith enmarca los hechos de su novela en décadas anteriores. Así pues, tenemos la historia de un peligroso asesino en serie dentro de la URSS de Stalin.

 No estamos ante un film redondo sobre asesinos en serie ni es este Niño 44 el gran thriller que pretende. Estamos ante una película que se deja ver sin problemas pero que ni fascina, ni atrapa, ni aterra. Sólo se deja ver. Una pena si consideramos el buen material del que partía. Una vez más estamos ante una impersonal versión de una novela de éxito. No es un tratado sobre las duras condiciones de vida bajo el régimen comunista ni sirve como fábula política sobre las dictaduras. No deja de ser curioso ver una investigación criminal al otro lado del telón de acero y todos los problemas jerárquicos y burocráticos que ello conlleva, pero creo que se le podría haber sacado bastante más partido. Las purgas, las denuncias y las deportaciones daban para mucho más juego. El terror del estado soviético creo que no está debidamente reflejado. Quizás no sean los norteamericanos los más adecuados para reflejar el terror de la época soviética. Los yanquis tienen una gran tradición de género de cine de investigaciones, ese dorado cine negro de los años 50 en las grandes urbes capitalistas, pero no han sabido plasmar satisfactoriamente las pesquisas detectivescas al otro lado del telón de acero.

Berlin. 2 mayo 1945. Reichstag

Berlin. 2 mayo 1945. Reichstag

 Espinosa cumple una vez más con el encargo, pero no aporta nada de personalidad a esta historia, entregando un producto bastante impersonal y falto de alma. Algunas escenas de lucha son demasiado vertiginosas gracias a unos convulsos movimientos de cámara, haciendo que sean difíciles de seguir y no se entienda nada. Quizás la mano de Ridley Scott como productor tenga buena parte de la culpa (este señor lleva necesitando una jubilación desde hace muchos lustros). Tampoco una excesiva duración juega a favor del film, ese epílogo es demasiado largo y le falta emoción.

Los actores cumplen, tenemos a un Tom Hardy convertido casi en un camaleón capaz de ser igualmente el villano de Batman que Mad Max o cualquier cosa. Aquí Hardy resulta convincente, lo mismo se puede decir de Noomi Rapace, ambos son lo mejor del film y sostienen la historia. Por su parte, Gary Oldman interpreta una vez más al comisario Gordon, se le nota que está en piloto automático y va directamente por el cheque. Tampoco el personaje interpretado por Joel Kinnaman me pareció lo suficientemente logrado, se supone que tendría resultarnos repulsivo pero, en mi caso, no fue así. El problema no es de los actores ni de la ambientación. El problema es de un guión algo confuso, que va dando tumbos y que no consigue enganchar lo que debiera.

Sin ser una mala película, a El niño 44 le falta ese brío que la convierta en una buena película. Un quiero y no puedo.

El niño 44 – Child 44 (2015)

by: Luis Cifer

by: Luis Cifer

Luis Cifer, nació en la ciudad del cierzo. Se dice que siempre viste negro, que Luis no es su nombre real y que duerme en la calle. Otros dicen que tiene un trabajo, que no bebe alcohol e incluso que es padre de familia, pero no hay nada confirmado. También se le puede encontrar en su blog de cine.

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