Los Kahel del 2014 tras sus dos primeros trabajos, aquí se nos presentan literalmente a pelo y es que tras los cambios sufridos en el seno del grupo, y una vez catado este Efímero, ya desde «Palabras en mi piel», tema encargado de abrir esta nueva travesía del grupo, y que es un magnifico ejemplo de todas las virtudes que atesora el grupo, queda claro que Aroa y Dani no necesitan más que puntuales colaboraciones para plasmar la manera que tienen de entender el metal del S.XXI.
Efimero transpira por todos sus poros de principio a fin esa magia capaz de transmitir el particular registro vocal de Aroa Martín que sin pestañear y con una facilidad asombrosa se encarga de hacernos cambiar el paisaje y pasar de caminos sombríos a parajes más luminosos continuamente, siempre acompaña por esa batería de Dani Peréz, brutal podría ser un buen adjetivo para calificar su trabajo, omnipresente a lo largo de los diez temas que componen este tercer disco de Khael, y es que la perfecta simbiosis entre los dos nos brinda un muy buen trabajo del metal español en el que no falta ningún ingrediente marca de la casa del genero, y junto a letras realmente trabajadas nos encontramos con la justa dosis de potencia y ritmo, pero sin que en ningún momento se traspase la línea para entrar en sendas más rocosas, con lo que el equilibrio entre oscuridad y luminosidad se mantiene a lo largo de todo el disco.
Un trabajo que viendo el resultado no cuesta mucho intuir que les ha resultado tremendamente laborioso a los dos protagonistas absolutos de estos Khael del 2014, y es que, quizás por ser el principio de una nueva etapa, se han tomado en serio el desafío de llevar a cabo este Efímero a base de un impecable trabajo compositivo tanto a nivel de letras como a nivel musical y es que si bien estamos ante un disco 100% de metal, en él destaca una amplia versatilidad, aquí podríamos recorar la espectacular» Abismo» que bien nos puede servir como muestra de ello, y es que es ahí, tras esa magnifica intro de piano, se nos aparece Aroa para en unos momentos de desnudez, demasiado cortos según mi parecer, nos recuerda volver a levantarnos, sin mirar atrás, es nuestra misión, para ya junto a Dani, tras la parte intermedia donde de nuevo vuelve a aparecer esas mágicas notas de piano, elevar el tono de manera épica, a la hora de plasmar las historias que nos han querido contar en un disco que si hubiera contado con algo más de garra en las guitarras otorgándoles algo más de protagonismo el álbum rondaría la excelencia.
Disco extraordinario