Algo más de 25 minutos son los que nos acompañan a lo largo del viaje de este BETIS,41, y que son el fruto del proyecto de un músico que un buen día decidió apostar duro para dar forma una idea que tenía en su cabeza y a la que ha dedicado todos sus esfuerzo a lo largo de estos últimos años. No sé si ayuda mucho a la objetividad de esta crítica si reconozco que prácticamente desde el principio de la gestación de Vodevil Vargas desde aquí se ha ido siguiendo con atención este proyecto, pero desde el día que Ricardo me mostró una primera muestra del mismo ya tuve claro que, de conseguir materializarse, el resultado final de la misma solo podía tener un calificativo que no es otro que el de espectacular.
Y ahora, una vez se ha podido escuchar este EP formado por siete temas, uno ya se encuentra en disposición de contemplar la obra en su conjunto y pasar a escribir las sensaciones que este BETIS, 41 ha dejado.
Una breve intro narrada nos abre la puerta para entrar directamente en esa obra magna llamada Cianocrilato, una pieza instrumental de cinco minutos que ya desde el inicio, con esa suave introducción a cargo de la guitarra de Ricardo con la que ya tienes claro que algo grande va suceder a continuación, y es la batería de Andy Cobos la encargada de par paso a Josué Santos y su saxo para que eleve la melodía a los mismos altares en una secuencia sonora que hubiese firmado el mismo Dick Parry, que desemboca en una orquestación final encargada de situar la canción a un nivel superior. Sin duda uno de los grandes momentos de este BETIS,41.
De la misma manera que A Galeras era la intro encargada de dar paso a Cianocrilato, la delicada La Espera hace lo mismo con uno de los temas que ya teníamos conocimiento pues no es otra que la ya aclamada, y no lo digo yo, que también, lo dice los señores de Hollywood Music in Media Awards, que la han nominado en la categoría de mejor canción Rock de este 2013, Santa Cruz, sin duda el tema que mejor define el proyecto musical de Ricardo Moreno, en el que a lo largo de sus nuevo minutos de duración asistimos a la perfecta fusión de géneros que se dan la mano y que, tal como ya se comentaba en un ya lejano enero de 2012, los últimos cuatro minutos de la canción, desde el inicio de «Alferecía» (quinto movimiento), hasta ese momento mágico como es el inicio de «Llantos del Altozano» (parte 2), en los que el piano de Diego Palacios, acompañado por la guitarra de Ricardo, tal como dije en su momento, consiguen levar la música a un nivel superior, son, simplemente, espectaculares y hacen que estemos ante una de las mejores composiciones del año.
Y si con Santa Cruz parece que hemos llegado al cenit, al punto culminante del disco, y parece que a partir de ahora, con los temas restantes que todavía nos quedan por escuchar, lo máximo que puede hacer Ricardo es intentar mantener la intensidad, ante nosotros aparece algo que solo un loco o un autentico genio seria capaz de «colocar» en un disco, que tal como se comentaba al inicio, que es una apuesta dura y complicada, a tenor de tal como están los tiempos actuales donde la cultura parece haberse convertido en un instrumento destinado a una digestión rápida, los casi cinco minutos de Betis, 41 Suite definitivamente se encargan de elevar el EP a una categoría superior donde Ricardo consigue la más perfecta fusión de géneros de la que se comentaba anteriormente con unos elementos orquestales que te transportan directamente a la escena donde tiene lugar la trama de la obra, y solo una duda aparece ante nosotros y no es más que saber como será capaz Ricardo de plasmarlos en directo ya que a ese perfecto torrente sonoro por fuerza deberá tener una representación en el escenario para que la puesta escena consiga emocionarnos de la misma manera que lo ha conseguido esta Suite que, sin duda, para quien aquí escribe, el momento cumbre del disco.
Y con Llantos del Altozano llegamos al fin de esta obra que solo tiene un calificativo posible que no es otro de espectacular y nada mejor que estos cuatro minutos, una vez alcanzado el cenit con la orquestación de la mencionada Suite, que se encarga de que nuestros pies vuelvan a pisar tierra firme después de que nuestros sentimientos hayan transitado, de la mano de unos músicos en estado de gracia , por un nivel superior a lo largo de este Betis, 41, sin duda uno de los grandes discos del año, y no es por casualidad que Santa Cruz haya sido nominada en los Hollywood Music in Media Awards, en la categoría de mejor canción de Rock.
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