Fácil, muy fácil resulta escribir cuatro líneas sobre Los Juegos del Hambre : En Llamas, la segunda entrega de la saga «Los juegos del hambre», ya que si te gustó la primera puesta en imágenes del libro de Suzanne Collins, no lo dudes, vas a seguir disfrutando con esta nueva entrega y es que poco, muy poco, por mucho que hayan apartado a Gary Ross del la dirección y su puesto lo haya ocupado Francis Lawrence (Soy Leyenda), el producto, como la canción, sigue siendo el mismo.
Un producto estéticamente impecable, aunque tampoco aporte nada nuevo, pues las imágenes encargadas de recrear el absolutismo y la tiranía de la sociedad en la que un gobernante, de nuevo, como no puede ser de otro modo tratándose de quien es, con un Donald Sutherland esplendido, por el que parece que no pasan los años con esa mirada y presencia única, ya las hemos visto en multitud de cintas, y la estructura de la misma prácticamente, como la canción, sigue siendo la misma, con una presentación y desarrollo inicial que aquí, basándose en una hábil estrategia militar, nos acaba situando, transcurrida ya una hora de película, a nuestra heroína de nuevo en la arena, esta vez tendiéndoselas que ver con unos rivales que dejan en paños menores a los de la anterior entrega, para llegar a un «desenlace» que acaba siendo uno de las grandes errores de la película ya que una vez estamos preparados para asistir a un final de trilogía espectacular donde todo tiene que saltar en pedazos ante nuestros ojos, van y deciden que, siempre por nuestro bien, es decir para sus bolsillos, esta va a estar dividida en dos partes, estando programada la primera entrega para el próximo año, por lo que todavía tenemos a Katniss Everdeen para rato.
Una Katniss Everdeen que , de nuevo, y más ahora tras conseguir el Oscar lo que le ha valido una seguridad en si misma y un dominio de la situación, a la que también ha ayudado mucho que si caché se haya multiplicado por tres, que la hecho madurar, de la misma manera que lo hace su personaje, impecablemente da vida Jennifer Lawrence, a la que siguen rodeando unos secundarios de lujo como el veterano Stanley Tucci que de nuevo vuelve a disfrutar de todo el histrionismo que derrocha su personaje, el siempre más que correcto Woody Harrelson y Elizabeth Banks, a los que ahora se le suma una espectacular Jena Malone y la gran novedad de esta segunda parte como es la presencia, en uno de los personajes claves de la misma y a la que su interpretación, como no puede ser de otro modo, consigue elevar a un plano superior, de Philip Seymour Hoffman un, en principio, gran aliado del mal de, Presidente Snow, encargados todos ellos de mostrarnos que el totalitarismo y el intento de sumisión de los más débiles, por mucho que se intente, solo conlleva a la idea del que lo ha perdido todo a intentar cambiar las cosas, lo que implica aires de rebelión para la que es necesaria la figura de héroes de carne y hueso.
Unos héroes a los que Francis Lawrence a lo largo de la primera hora y cuarto de película los hace transitar por los erráticos caminos de la duda hasta situarlos donde el público quiere, que no es otra que en el tablero de juego, y es ahí donde se nota la fuerza del director, ya que si bien la puesta en escena previa también lleva su sello, es aquí, ante los peligros a los que van a estar expuestos a lo largo de los cuarenta minutos restantes donde, ya sea en forma de niebla, primates, rayos y demás pruebas a las que van a ser sometidos, la carrera contrarreloj -nunca mejor dicho- para la victoria final donde solo puede quedar una, va a estar truncada por un certero disparo final en el que una sola flecha es la encargada de poner patas arriba el más mortal de los tableros.
Sí, Los Juegos del Hambre : En Llamas no va a defraudar en absoluto a ninguno de los seguidores como tampoco a los que aterricen por casualidad en su Universo, y si bien la puesta en imágenes no aporta nada nuevo, las aventuras de Jennifer Lawrence & amigos encandilaran a un publico más joven, mientras que otros, los más veteranos, tendrán la oportunidad de ver de nuevo como se las gastan Philip Seymour Hoffman y Donald Sutherland, sin olvidarnos de los ya citados Harrelson y Tucy.
Los Juegos del Hambre: En Llamas, tampoco va a pasar a la historia del cine, pero un 7 encaja perfectamente en ella.
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Osom! .