Es en 2007 cuando Nohmada, procedentes de Madrid, se ponen manos a la obra para crear Nohmada y es en 2010 cuando lanzan una primera muestra de su música en forma de un EP homónimo, y es ahora, tres años después cuando este Cenizas ve la luz con diez canciones que ya dejan bien claro de que van Nohmada.
Pero antes de hablar de su música, sin duda alguna, hay que hacer una mención especial a su envoltorio, ya que el diseño de este Cenizas es de lo mejor que he visto en los últimos años, en el que todos los detalles están cuidados hasta el último detalle. Sin duda una buena carta de presentación de este primer disco del grupo.
«Sed de Rock&Roll», para el que aquí escribe, sin duda la mejor canción del disco, es el tema encargado de darnos la bienvenida, y si bien parece señalar claramente que el disco va a transitar por una senda claramente definida en el que el rock en su vertiente más clásica va a campar a sus anchas, cosa que también parece indicar, aunque con algunos matices, «Desperte», no tardamos muchos en darnos cuenta de que a Nohmada les gusta estar en una constante experimentación musical en la que, de la mano, básicamente de Mon y Charlie, consiguen impregnar su trabajo con un aire personal e intransferible de difícil definición con el que consiguen crear un Universo especial en el que toques rockeros de la vieja escuela se fusionan con sonidos envolventes dignos del progresivo.
Los más de cinco minutos de «Cada Paso», cuarto tema del disco, bien puede ser una muestra clara de lo que se menciona en el párrafo anterior en el que, tras la breve introducción de la batería de Alex, las guitarras toman el mando con fuerza en uno de los mejores momentos musicales del disco, y si bien todo el conjunto da la sensación de que nos vamos a encontrar con una canción instrumental, de nuevo el grupo consigue sorprendernos para adentrarse, una vez más de la mano de Mon, con una autentica experimentación en la que, como si de una doble dimensión se tratase, fusionar las dos líneas por la que la canción ha transitado a lo largo de sus casi cinco minutos. Sin duda, un ejemplo muy clarificador de la complejidad por la que han decidido transitar Nohmada. Como también lo son «Vuelo al exilio» y «Fez», temas encargados de dar paso a Gris Mirada, otro de los grandes momentos del disco con un final apoteósico encargado de dar paso al último tema del disco, esta vez si totalmente instrumental en el que el grupo lo borda para cerrar con nota alta este primer disco.
Cenizas se puede escuchar en su totalidad en el Soundlcoud del grupo.
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