No, El lado bueno de las Cosas, no es una película rara tal como afirmaba días atrás Carlos Boyero en su habitual espacio de El País, en el que al final no sabía si le había gustado o no la película de David O. Russell, aunque es fácil intuir que al bueno de Boyero no le ha convencido nada de nada la película. Y en cierto modo tampoco sorprende ya que estamos ante una cinta que si bien al inicio de la misma navega por aguas tan terrenales, como son la locura y la depresión ante una realidad difícil de soportar, en la que en la mayoría de las veces da lugar a tremendos viajes interiores en los que la soledad y la autodestrucción consiguen levantar aplausos en la platea y ríos de tinta por parte de la critica especializada para aclamar el lado más negativo del ser humano, no tardamos mucho en ver que lo que nos propone O. Russell es totalmente diferente.
Sí, el viaje que emprende Pat a su Filadephia natal es una vuelta a los orígenes para volver a empezar. Un viaje para aprender de los errores en busca de una segunda oportunidad. Un viaje en búsqueda de la redención aunque para ello tenga que volver a lidiar con su particular familia a la que dan vida, de manera simple y absolutamente espectacular, Robert De Niro y Jacki Weaver, y con ello revivir los fantasmas del pasado que acabaron con su paso por el Hospital Psiquiátrico. Unos fantasmas que a lo largo de la primera hora de metraje van a traer momentos realmente destacables en los que, en una mezcla agridulce de comedia y drama van a marcar el devenir de los acontecimientos. Como destacable es que O. Russell recurra a Bob Dylan, Johnny Cash, Stevie Wonder o a los mismísimos Led Zeppelin que, con su What Is And What Should Never Be ponen música a una de las grandes, por no decir la gran, crisis por la que Pat tiene que lidiar, en una lista de canciones que encajan a la perfección ante la historia que pasa delante de nuestros ojos. No, aquí no asistimos a grandes epopeyas ni a ninguna revisión sobre la figura clave en la historia de los EEUU. No, aquí no hay esclavos que liberar ni tampoco ningún plan para capturar al enemigo publico número uno. Aquí, simple y llanamente, estamos ante una historia cualquiera de encuentros y desencuentros, de soledad y búsqueda de que alguien a tu alrededor consiga entenderte y te mire a los ojos diciéndote que no estás solo.
Nada nuevo aporta David O. Russell al séptimo arte con esta película, como tampoco lo hizo en su momento James L. Brooks en su «Mejor… imposible», donde un tal Melvin Udall nos adentraba en el mundo de los trastornos obsesivo-compulsivos, donde el personaje interpretado por Jack Nicholson habitaba en su particular paraíso donde sus únicos compañeros eran la soledad y el aislamiento de la sociedad, hasta que Carol, como no de nuevo una mujer, era la cura de todos sus males. Y aquí la cura, aunque para algunos esto les sirva para empezar a hablar de tópicos, de final edulcorado… como no podía ser de otro modo llega en forma de Tiffany, en un final donde cada uno ha de aprender a vivir con sus debilidades y sus ilusiones.
El Lado Bueno de las Cosas tiene momentos y situaciones brillantes y sabe convivir con algún que otro altibajo, pero su particular visión positiva de las cosas, y más en estos tiempos donde solo se suele reconocer las miserias y las sombras del ser humano, acaba convirtiéndose en un canto, inocente quizás, a las excelencias del Ser Humano, y eso la convierte en una jodida Obra Maestra, pero que nadie se lleve a engaños, la película no iría más allá de no ser por un cuarteto protagonista que se encuentra en estado de gracia.
Bradley Cooper, al que nunca le he encontrado nada destacable, simplemente borda su papel bipolar y consigue ponerse a sus espaldas este ambicioso proyecto, pero es que la sorpresa no acaba aquí, ya que si en un principio la elección de Jennifer Lawrence para el papel de Tiffany también podría hacer temblar a más de uno, su complicado papel acaba encajando a la perfección en el especial mundo de Pat, pero tampoco iría más allá El Lado Bueno de las Cosas sin la presencia, y aquí si que es realmente en mayúsculas de la pareja que forman Dolores y el padre de Pat. Es aquí donde la química, en mayúsculas, aparece entre Jackie Weaver y Robert De Niro, para dar vida a los padres de él.
Muchos son los que dicen que el bueno de Robert lleva años actuando con el automático puesto y que es difícil recordar cuando tuvo una última buena actuación, pero para todos esos que siempre han sido críticos y duros con el mejor actor vivo de la actualidad, no hay duda de que con su interpretación como padre de Pat difícil, muy difícil, lo van a tener para encontrarle un solo fallo. Ni cuando gesticula, ni cuando grita, ni cuando calla, y ni tan siquiera cuando al final, estando en un segundo plano y casi fuera de objetivo, su mirada y su expresión se apoderan de la pantalla y nada, absolutamente nada de lo que ocurre en primer plano importa, ya que, se quiera o no, el objetivo acaba fijándose en su mirada cuando el mundo parece derrumbarse ante Tiffany ante la supuesta reconciliación de Pat con Nikki.
Sí, El Lado Bueno de las Cosas aparece como la gran tapada de la Ceremonia de los Oscars 2013, y pocos, muy pocos, apuestan por ella, ya que delante tiene al gran Spielberg y su revisión sobre la figura de Lincoln, pero aquí no nos extrañaría nada que la Academia tuviese en cuenta que sin un gran presupuesto y con muy poco ruido se puede hacer muy buen cine como es el caso de Russell. Eso sí, pedirles que hagan un acto de justicia y se lo den todo a Amor de Michael Haneke, sin duda lo mejor de lo mejor del año, ya sería pedir un imposible.
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Bastante de acuerdo con lo que dices aunque lo dejaría en una excelente película pero sin llegar a ser una obra maestra
Mira querido GF, he visto todas las pelis que citas de soslayo y tengo que decir, que efectivamente lo mejor de esta son las canciones..es una mierda pinchada en palo?. Pues no pero se le podria aproximar bastante jajaj. No coincido nunca con el tal Boyero pero..jajaja. Espero que no te enfades conmigo, tu analisis es buenisimo pero creo que he visto otra peli distinta. Ya sabes, hay qur alabar «lo raro».
Como se que no te vas a molestar conmigo, qur para eso tiene que valer tener enchufe jajaja, dire que Django tampoco es lo que se cuenta por ahi, pero ya sabes es Tarantino y todo eso jajaja y mirs que soy fan pero al pan pan y al vino, pues eso…jajaja
Que un abrazo muy fuerte querido.Padrino y que espero que perdones este atrevimiento de tu ahijado. En mi descargo podria decir eso de que soy joven y alocado pero con casi 42 como que no cuela, no?…jajaja
Estos análisis a las tantas de la madrugada… pero entiendo perfectamente que esta película no te acabe de convencer ya que tampoco va a pasar a la historia como una de las grandes películas, pero tampoco tiene esas ansias de pretensión que tienen algunas de las cintas de las que todo el mundo habla este año, y eso, esa sencillez es una de sus grandes bazas. Y si hay que elegir una peli del año pasado, sin duda alguna la de Haneke. Eso si es cine en mayúsculas.
Se le saluda
GF
Bueno, al menos prometo hacer click en todos los anuncios pero lo de antes no me lo tengas en cuenta que uno a veces es mu bruto y tira por tierra las ilusiones de todo el mundo
Besos de tornillo
Pues tras leer este post voy a darle prioridad en verla, master of rock&racket. Abrazo.