¿Es Kory Clarke un tipo constantemente cabreado?. Pues no lo sé, pero es la sensación que da sobre el escenario y cuando escuchas sus canciones. ¡Un tipo que destila pura actitud!. Para bien o para mal, pero necesaria. Seguramente pertenece a esa estirpe de renegados que entiende el Rock And Roll de una manera que seguramente no sea políticamente correcta, ¡como sí debiese de serlo!. 28 años hace que Warrior Soul lanzasen «The Space Age Playboys» un disco al que recurro con frecuencia. Seguramente me vais a sacar a la palestra el trío de discos que grabasen antes de este como ejemplo de lo que Warrior Soul eran, cada cual que arrime las ascuas a su sardina. Pero afortunadamente hay mas tela que cortar. Warrior Soul desde hace mucho es Kory Clarke y viceversa, no nos llevemos a engaño. Pero sigue manteniendo intacto ese halo peligroso, esa sensación continua de que la sangre puede comenzar a manar de la nariz en cualquier instante, sin atisbo de provocación, y así es cómo suena este «Out on the Gail».
Seguramente habrá quien se queje de que la formula sigue siendo la misma. Hard rock, punk, mala leche y riffs cavernosos. Reivindicaciones propias de un estilo de vida, golpes en la mesa marcados por una conducta contraria al visto bueno de la mayoría moral. Tal vez. Pero es lo que hay y lo que al menos yo quiero de alguien como Kory Clarke, de una banda como Warrior Soul, sea quien sea el que acompañe al líder y alma del grupo. ¿Os imagináis a Kory haciendo de cantautor con un puto ukelele?. Ni de coña, y afortunadamente, no creo que nunca lo veamos, aunque cosas más extrañas hayamos presenciado en el show business del Rock And Roll. Desde que el disco abre con ese implícito «We’re alive» no hay margen para dudas. Disponte a pelear colega. Antes de este disco, Warrior Soul se marcó un disco de covers en el que dejaba claro de que pie cojeaba. Pues eso es lo que hay, ya sabes a qué atenerte.
Rabia en «One more for the road», como desfilar por el filo de una navaja. «Hip Hip Hurray» y su riff de heavy metal en mayúsculas, y la chulería propia del hard rock de final de los ochenta, principio de los noventa. Rock And Roll acelerado para la canción que da nombre al disco, como unos AC/DC de las cavernas. Paso adelante con «Cancelled culture» y su molona sección rítmica. «End of the word» entronca con esa psicodelia macarra de la que hacían gala en el 94 en «T.S.A.P.» y ya os he contado mas arriba lo mío con ese disco, así que levanto mi copa bien alto. La musicalidad de «Yo Yo» se complemente a la perfección con la rasgada garganta de Kory, dando paso a una peligrosa calma en busca de tormenta. Cierra el disco «The new paradigm», un jodido manifiesto personal a base de fuerza controlada que termina por explotar. Lo dicho al principio, seguro que habrá quien no sienta, necesite, ver más allá de este disco de Warrior Soul. Yo lo disfruto al máximo en estos tiempos de comportamientos asépticos y continuos vigilantes de la moralidad.
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