Hay historias que uno nunca se creería si formaran parte de una película. Sin embargo, al formar parte de un documental debemos asumir que lo mostrado supera ampliamente lo que considerábamos como verosímil. Tiger King es uno de esos documentales que nos obligan a resetear nuestro cerebro cada cierto tiempo. Los datos y, sobre todo, los personajes que muestra Tiger King nos hacen preguntarnos si no sería mejor que alguna plaga bíblica acabara de una maldita vez con la raza humana.
La historia de Tiger King es tan bizarra como absorbente. Una vez que el espectador entra en el apasionante mundo de criadores de grandes felinos y sus peculiaridades, ya no hay salida. Egos desorbitados, armas, drogas, poligamia, estafadores, música country, odios viscerales y tigres no forman una buena combinación. Quizás Tiger King no empeore tu visión sobre el ser humano pero te prometo que no la mejorará. Al menos pasarás un buen rato asistiendo absorto a la increíble historia de este genial documental de Netflix.
Tiger King se centra en la figura de Joe Exotic, uno de los tipos más contradictorios y carismáticos de la televisión moderna. Una pena que no sea un personaje inventado. ¿Se puede ser amante de los animales, gay y a la vez amante de las armas y la dinamita? Claro que se puede. ¿Se puede tener un zoo (o tugurio, mejor dicho) y estar en guerra con los animalistas? Claro que se puede. Con ese peinado es todo posible. Todo es posible en América. Lo mejor y lo peor. Pero Joe Exotic es solamente la punta del iceberg, Tiger King está plagado de personajes reales que quizás nunca nos hubiéramos creído en una ficción. Sirva de ejemplo la némesis de Exotic: Carole Baskin. Una mujer con tantas luces como sombras cuya historia tiene no pocos recovecos oscuros. Ahí lo dejo. Saque usted, amigo lector, sus propias conclusiones tras ver el documental.
El documental está dirigido por Eric Goode, director al que solamente conocía por vídeos de Nine Inch Nails, pero parece ser que el tipo es además un activista en favor de las tortugas. No sé cómo se encontró con esta historia pero ha sido muy hábil al ensamblar tan ágilmente el torrente de datos y personajes para entregar un documental fascinante. Goode muestra los puntos de vista de cada personaje a través de sus testimonios pero no se decanta claramente por ninguna versión. Me parece muy inteligente permitir al espectador que decida quién miente y quién dice la verdad.
Viendo Tiger King sentí lástima por los felinos, son las únicas víctimas inocentes de todo este tinglado. Siempre he pensado que si amas a un animal debes dejarlo en su hábitat natural y no llevártelo a miles de kilómetros para tratarlo como una mascota y/o tenerlo en una jaula. Sobre todo si puede llegar a pesar 400 kilos y puede comerte. Ya para finalizar, un dato que me dejó helado: en EEUU hay 10.000 tigres (todos en cautividad), más del doble de los que viven en libertad en su hábitat natural. Lo dicho, la estupidez y la ambición humanas no tienen límites.
0 comentarios