Otra serie de la que tenía en barbecho su crítica era The Last Kingdom, o lo que es lo mismo, las aventuras y desventuras de Uhtred de Bebbanburg en la Inglaterra del S. IX (en concreto en el año del señor de 872 D.C.). Es de justicia confesaros que buscaba algo a la altura de Vickings y, a pesar de que en ciertas cosas no llegue al nivel de la historia de Ragnar Lodbrock, es una serie muy recomendable y perfectamente ambientada en una época en la que la pérfida Albión sufría una y otra vez los saqueos e incursiones de noruegos, daneses y todo tipo de bárbaros con trenzas, tatuajes y hachas de la época. Procedamos a hacer los honores tras el salto…
Partiendo de la base de que la serie de BBC Two/Netflix surge de la serie de libros The Saxon Stories, de Bernard Cornwell, nuestro ficticio protagonista (núcleo aglutinante de todas las tramas) nace en la también ficticia ciudad de Bebbamburg siendo la excusa perfecta para mostrar, sin recurrir ni comprometerse con ningún personaje protagónico real de la época, los conflictos, conspiraciones y demás luchas de poder que se suceden en el único reino sajón que le queda a la isla, el reino de Wessex, liderado por Alfredo el Grande. El drama de Uhtred también tiene lo suyo y aporta mucha más miga que la estrictamente histórica pues es despojado de su padre y de su hogar por un virulento saqueo danés criándose en una familia vickinga que impregna en él sus costumbres y creencias paganas. Este hecho hace que siempre se esté debatiendo y cuestionando a quien defender o hacia donde decantarse espiritualmente aunque, en mi opinión personal, las creencias se la soplan y simplemente sobrevive para conseguir su verdadero objetivo, que no es otra cosa que recuperar su reino de Bebbanburg y vivir tranquilo.
El elenco actoral es realmente interesante con un Ian Hurt como ‘Padre Beoca’ haciendo de comodín y apoyo a Uhtred, David Dawson como ‘Alfredo el Grande’ que no parecía tener en la 1ª temporada suficiente entidad pero que acaba convenciendo y Alexander Dreymon como ‘Uhtred’, un actor que en el inicio sólo veía una cara guapa (y unos cuantos planos gratuitos de torso y glúteos…) pero que me fue ganando capítulo tras capítulo haciendo las veces de guerrero indestructible como de persona que cuestiona sus creencias y lealtades. El reparto restante de secundarios y cameos os va a sorprender, hay alguna sorpresa, ya veréis, además de que se palpa una construcción de personajes muy cuidada y progresiva.
En cuanto a la puesta en escena, guión, tramas,… si bien, como en Vickings, la primera temporada dejaba un poco que desear en credibilidad y producción, a partir de la segunda y sobre todo en la tercera me han hecho reconocer que estamos delante de una de las series históricas del momento. En concreto, en ésta última, el Rey Alfredo está en fase terminal haciendo de su sucesión un punto muy interesante en el devenir de Wessex, además, Uhtred se enfrenta a un mal augurio con una hechicera danesa a la que debe proteger por encima de todo…
No es una serie perfecta, de hecho me agobia mucho que haya un enfrentamiento/batalla practicamente en todos y cada uno de los capítulos, creo que no es necesario y podrían explotar muy mucho la fase más existencial de varios personajes como sí se hace con Ragnar Lodbrock pero bueno, no nos quejaremos cuando el rigor histórico, de vestuario y localizaciones están a un nivel muy alto.
Se confirma una 4ª Temporada para finales de año y que ya se encuentran rodando en Bélgica. Promete…
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