¿Cómo resumir la música de un año en una lista? Después de años haciéndola, llegando a odiar el proceso, el único consejo que puedo dar es que la hagas como te salga del forro porque da igual, escribas lo que escribas, al día siguiente algo vas a cambiar. Así que paro ya de sufrir y estos son los discos, en orden alfabético, que elegí en un momento de mi vida el 07 de diciembre de 2019….
MEJORES DISCOS DE 2019
Axiom9 – Circle of Novas
Como si de un huracán se tratase, apareció este 2019 en escena los madrileños Axiom9, quienes en apenas 4 meses han lanzado una serie de trabajos basados en improvisaciones. Elijo «Circle of Novas», sin embargo cada lanzamiento tiene vida propia y toma su camino bajo el parámetro de las improvisaciones. Suena prog, doom, stoner, psicodélico, kraut y post-rock, dependiendo de la elección. Yo pondría aquí todas.
Banco del Mutuo Soccorso – Transiberiana
Dignísimo regreso de la mítica agrupación italiana, superando la muerte del también mítico vocalista de la banda, Francesco Di Giacomo. Han pasado 25 años sin disco en estudio y para esta vez Banco vuelve al origen, al estilo de sus tres primeros (y más exitosos) álbumes. Prog italiano clásico con guiños de modernidad, que tienen en el tecladista y único miembro original, Vitorio Nocenzi, uno de los pilares donde reposa este gran trabajo.
Eclipse – Monumentum
Ya no me sorprenden como en sus trabajos anteriores pero aún me siguen gustando, y muchísimo. Siguiendo la línea de ese sonido que los identifica, le bajaron ciertas revoluciones a los temas y los encontramos más melódicos que pesados. Curiosamente es con este disco que los vemos usando camisetas de Slayer o Unleashed, como si estuvieran enviando un mensaje subliminal en plan «aquí hay música para todos». Sea como sea, este es otro gran disco de Eclipse, incendiario en las voces y coros y con un guitarrista estratosférico, que a veces pasa por debajo de la mesa.
Esoteric – A Phyrric Existence
Ocho años de espera para escuchar el nuevo disco de una de las bandas más creativas de funeral doom. Vuelven como siempre, tan intensos, sensoriales y profundos como en sus anteriores lanzamientos. Requiere su tiempo procesar su música y hay que estar «in the mood» para que fluya mejor. Logrado esto, estás ante una joya más de los estadounidenses y del género extremo.
Exxocet – Mighty Jungle
El segundo disco de esta banda chilena es una auténtica revelación para mi. Su estilo, un cóctel glam-heavy-hard, recuerda a las bandas más modernas de la escena sueca, al igual que te puede hacer viajar al pasado aludiendo a grupos como Poison o Mötley Crüe. Tienen todo: escena, imagen, pericia y sobretodo canciones con mucho gancho. Un tiro al piso si te gusta este tipo de agrupaciones.
Frank Suz – Inferno
Conocido por formar (o haber formado) parte de Doctor Voltaje, Babylon Rockets y Gang Bang 66, Suzuki Samurai se aventura con su primer disco en solitario. «Inferno» es una especie de opera prima bizarra, con ecos a Alice Cooper, Rob Zombie y el rock and roll más arrabalero. Esto, junto a unas letras ácidas y una iconografía visual muy particular ha puesto este disco entre los más disfrutados por mi este año. ¡Bienvenidos al Inferno!
Grand Slam – Hit the Ground
Los fans de Thin Lizzy no deberían dejar pasar esto, que no es ni más ni menos que la banda que había formado Phil Lynnot junto a Laurence Archer (UFO, Stampede) y Mark Stanway (Magnum) antes de irse a otro plano. Ahora, Archer recupera algunas canciones antiguas del combo y las une a otras compuestas por él con clara esencia inglesa (léase Lizzy, UFO…) y nos presenta un grandísimo trabajo de hard rock. Lo que más me gusta es que teniendo todas las señas Lizzy no se convierte en un clon. Historia viva.
Hibrido – I
Provenientes del sur de España y con experiencia en bandas como Atavismo y Viaje a 800, Hibrido es lo que su nombre indica, una especie de ente alimentado por el progresivo, el rock andaluz y el blues rock setentero, entre otras cosas. Este disco debut puede tener ecos a Motorpsycho o Arabs in Aspic, sin embargo, esa raíz andaluza los separa de los nórdicos. Una joya más proveniente de España.
Il Giardino Onirico – Apofenia
¿Dónde estaba escondido yo cuando esta banda empezó a publicar sus discos? «Apofenia» es el tercer trabajo de este grupo italiano y la mejor demostración del subgénero progresivo ligado al país transalpino en este 2019. Por lo menos es lo que opino de este disco con raíces en lo clásico y con miras al futuro. Para rematar incluye una serie de colaboraciones a las voces y al saxo que redondean lo hecho, destacando Alessandro Corvaglia, excelente vocalista de La Maschera Di Cera.
IQ – Resistance
Siempre tan excesivos y siempre tan geniales. IQ es otra de esas agrupaciones tocadas por la musa musical, capaces de superar o por lo menos igualar en cada lanzamiento a sus discos predecesores. Para este disco, la preponderancia de los teclados es evidente, aunque el equilibrio es tal que no opaca los demás elementos. Suenan progresivos, modernos, clásicos, contundentes, ensoñadores…casi 2 horas de música da para mucho y esta gente los aprovecha.
Legacy of Brutality – Realm of the Banished Gods
Hay grupos que hace que te congracies con el género. En este caso, los asturianos han logrado que me acerque de nuevo al death metal melódico, quizás porque no son tan melódicos, probablemente porque beben de diversas aguas. O simplemente porque son muy buenos. Otra de las muestras evidentes de cualidad que da la escena española.
Lengua Negra – Sarcoma
A veces descubres bandas por casualidad y te encandilan. Este es el caso del trío boliviano Lengua Negra, quienes con su primer lanzamiento golpean de lleno con esa especie de coctel, a medio camino del stoner, el alternativo, el doom desertico y el metal groove. Tienen la malicia latinoamericana en su sonido y sus letras destilan el arte en forma de oscuridad. El inicio de «Piel Infectada» con el poema «Himno a Satán» de Leopoldo María Panero es una muestra de por donde van los tiros con estos carajos.
Michael Monroe – One Man Gang
Es curioso que la carrera de Michael Monroe con Hanoi Rocks no me diga gran cosa; en cambio, sus discos en solitario me parecen muy buenos en líneas generales. En el caso de su nuevo disco, lo meto entre aquellos que enganchan a la primera, de los del lote de favoritos. Como siempre, estamos ante un disco de melodías, de sonidos positivo, de vena punk y rock and roll. Este es el tipo de sonido que nunca pasara de moda.
Motorpsycho – The Crucible
Estos noruegos sorprenden siempre por su alma camaleónica y por su capacidad de manifestar sus influencias sin perder ni un ápice de personalidad y sonido propio. En este disco puedes detectar a Black Sabbath, King Crimson o Yes y jamás podrás decir que no es un disco de Motorpsycho. De lo mejor de este 2019, sin duda.
Natastor – Nación
Los venezolanos extremos editan nuevo Ep y coincide con la partida de uno de sus fundadores hacia otras tierras. Venezuela sigue en crisis, el éxodo se cuenta por millones pero el rock sigue en la brecha. A modo de obra conceptual nos presentan una visión personal de lo sucedido y de lo que esperan que suceda en Venezuela. Son 5 temas que, además del concepto, nos presenta a Natastor en su línea, directos, técnicos y fieros dentro de ese thrash/death tan característico en ellos. No defraudan.
Nocturnus AD – Paradox
Resucita Nocturnus con una nueva versión (AD) de la mano de Mike Browning. Su disco «Paradox» retoma ese estilo que los convirtió en pioneros dentro del death metal, continuando lo que la banda había iniciado con sus dos primeros discos. La labor de teclados y guitarra es descomunal, así como la voz de Mike Browning. Una apuesta segura.
Odio Sensible – Depresión Postparto
Ciertamente retorcidos a la vez que cándidos, la música de los chilenos Odio Sensible describe el oscuro camino que hay entre la locura y la sanidad, y lo hace a través de una mezcla de rock alternativo, grunge y metal, con unas guitarras atormentadas y su toque de garra punk. Depresión Postparto es un disco con vida propia. Se nos presenta hipnótico, se reinventa en cada escucha y me trae remembranzas incluso a la escena más oscura latinoamericana. Te pueden recordar a Voivod como a Dermis Tatú, con esa bipolaridad está todo dicho.
Possessed – Revelations of Oblivion
Volvieron Possessed y no decepcionaron. Ya tenian un tiempo girando y demostrando ser una banda bien engrasada, así que en este primer disco, después de más de 30 años sin publicar nada, nos demostraron que no se les olvidó componer. En cuanto a la ejecución, Becerra y compañía demuestran que el metal extremo no es cosa de edad, es una actitud. Se mantiene viva la leyenda.
Saint Vitus – Saint Vitus
Los estadounidenses no saben de otra cosa que no sea doom metal y en este nuevo disco vienen con más de ese rígido, pétreo y monolítico sonido, que incluso por un momento lo llevan a su lado más punk y experimental. Son de los pioneros del género y no han defraudado nunca. En este disco no son la excepción.
Steve Hackett – At The Edge of Light
Definitivamente, la única forma que no incluya un disco de este señor en una lista como esta es que no lo haya escuchado. Es complicado explicar con palabras lo que son las composiciones de Steve Hackett, así que diré que es un crisol de géneros que hace que esto ya no sea rock, prog, jazz o world music. En «At The Edge og Light» confluyen elementos que sorprenden todavía, y eso es mucho decir si hablamos de un tipo que ha publicado 26 discos en estudio bajo su nombre.
Totengott – The Abyss
Nuestros panas asturianos nacieron como una banda tributo a Celtic Frost y se han coronado con su segundo disco como una de las mejores agrupaciones españolas dentro del panorama del metal extremo. «The Abyss» es complejo, más oscuro que una cueva y más profundo que un viaje astral a la mente de Tom G. Warrior. ¡Indispensable!
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