Tras las lluvias acaecidas en las últimas semanas parecía que el clima iba a dar una pequeña tregua respetando el concierto de Graham Bonnet Band, lo que hizo que tiempo antes de la apertura de puertas ya hubiese gente en los alrededores de la Sala Fanatic, coqueto local ubicado en un polígono industrial cerca de la Avenida de Hytasa y donde siempre hemos disfrutado de un más que aceptable sonido.
Aunque antes del protagonista de la noche abría fuego Deaf Leopard, quinteto barcelonés que rinde homenaje a los británicos Def Leppard. Una hora de actuación que sonó convincente y donde destacaron los temas más movidos como «Let´s get rock», «Pour some sugar on me», con el respetable ayudando en los coros, «Rock of ages» o «Photograph» que las canciones más cadenciosas como «Hysteria» donde su vocalista Javian sufría algo más. Por cierto, se escucharon comentarios de que tal vez el hecho que el cantante hubiese participado en un celebérrimo concurso de televisión fuese el motivo principal que el invitado fuese un tributo y no un conjunto con repertorio propio. No sonaron mal pero es cierto que preferimos una oportunidad a una nueva banda que grupos de versiones o tributos.
Aunque también escuchamos que Graham Bonnet Band no deja de versionar algunos cortes que han sido historia del rock, aunque la salvedad es que él ha sido el vocalista de esas glorias pasadas. Llegaban a Sevilla rindiendo homenaje al «No parole from rock and roll» de 1983, con la excusa de cumplir treinta y cinco años. El mítico disco de los Alcatrazz fue el nudo conductor y así las hostilidades comenzaron con «Too young to die, too drunk to live». En la noche hispalense también pudimos escuchar «island in the sun», «Jet to jet», «Hiroshima mon amour», «Kree Nakoorie» o «Starcarr lane». Vimos a Bonnet con una tesitura vocal envidiable para alguien que el mes que viene cumplirá setenta y un inviernos y que suma a su formidable y heterodoxa forma de cantar una actitud magistral; todo elegancia en el escenario y sus sempiternas gafas de sol. A ello contribuye una formación más que interesante donde destaca el teclista Jimmy Waldo, miembro original de Alcatrazz y el guitarrista Kut James, todo un «guitar hero» que se convirtió en el émulo de los dos monstruos que dieron fama al grupo como fueron Yngwie Malmsteen y Steve Vai (aunque este fue el responsable en el «Live sentence») o de los otros «primeros espadas» con los que ha compartido discos; el Ritchie Blackmore de Rainbow o el Michael Schenker de M.S.G.. James es un portento con las seis cuerdas y dejó grandes momentos de lucimiento que seguía sin problema la batería de Mark Benquechea y con apuros el bajo de Beth Ami Heavenstone, tal vez el punto más flojo de la banda que sufría en los momentos más exigentes.
La noche seguía con clásicos de Rainbow como «All night long» o «Since you´ve been gone», de M.S.G. «Rock you to the ground», «Desert song» y «Assault attack», temas que hemos disfrutado en los últimos tiempos, tanto en el Rock Fest 2016 o en el reciente Michael Schenker Fest. Eso más «Night games» o cortes de su último disco como «General hospital» o «Suffer Me» fueron un listado de canciones más que aceptable de casi hora y cuarenta minutos que satisfizo a los presentes y nos dejó esa impresión de que será del rock cuando estas «vacas sagradas» se retiren. Viendo la edad, que no la aptitud, de Graham Bonnet no le deben quedar demasiadas giras.
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