Tumbo tras tumbo, harto de victorias y derrotas en diferentes estadios, piensas que el mundo muchas veces es una puta ratonera, como aquella película de Errol Flynn, «The died with their boots on», rodeados de distintos elementos que se creen en poder de una superioridad moral en nombre de una idea que bien conocen o les tocó defender, bien sea su bandera de un color u otro. No hay nada peor que la ignorancia, bueno, si que lo hay, el ser malintencionado, el saber a ciencia cierta que la mentira termina siendo un arma de destrucción masiva. Mientras maldigo mi maltratado frigorífico porque no enfría lo suficiente las cervezas recién metidas y apago las redes sociales en las que unos y otros dan luz a historias sin contrastar y cuando son invalidadas no se molestan en rectificar, porque lo importante es que el daño ya esté hecho y que mi posesión de la verdad absoluta permanezca intacta e inmaculada. No enciendo la televisión, no merece la pena, prefiero pulsar el on de mi equipo de música para que su rojo color se torne en verde y me marcho a Italia, al menos musicalmente hablando, para que estos tiempos de rebeldía apropiada salten en pedazos a ritmo de ska con Talco y su último trabajo, «And the winner isn’t».
El disco arranca con el paso creciente de «Al parto sfigurato della superiorita», dando mucha a los vientos, preparándonos para lo que se nos viene encima. «Onda immobile» se lanza a degüello, muchísimo ritmo, velocidad festiva y reivindicación en cada palabra. «Señor Hood» siguen en la misma onda, trompeta y saxo copando protagonismo, guitarras y batería sin perder compostura, fuerza multiplicada. «Bomaye» con bajo incluido al comienzo rápidamente vuelve a destilar punk/ska con la trompeta como arma principal y una base rítmica que no deja lugar al descanso. «Reclame» es un instrumental que da paso a «Lungo la macabra stanza» con un estribillo ideal para corear en directo, sin perder la fuerza presente en todo el disco y ese ritmo en la voz lanzando continuas consignas. «And the winner isn’t» es otra instrumental, esta vez con el violín como protagonista, de añejo sabor que recuerda a aquellos circos italianos. «La veritá» trata algo tan actual como la fe ciega de muchos en lo que leen en las redes sociales. Musicalmente siguen con su ritmo frenético.
«Intervallo» es otra instrumental de tiempo rápido, que te hace alzar el puño para seguir el ritmo y que nos deja en la orilla de «Domingo road» donde las guitarras abren fuego para mostrar su contundencia y nos deja un estribillo para gritar lo más alto que puedas. «Avatar» muestra unas guitarras furiosas, que tirán de la canción. «Matematica idea» comienza como un medio tiempo acústico que resalta entre tanta caña despegada, hasta que la fuerza vuelve a hacer acto de presencia y no te deja parar de saltar. Cierra el disco «Silent avenue (nella strada II), canción ideal para presentarle a alguien a esta banda y comprenda lo que son y representan Taco. Muy buen disco de los italianos (y van…) que en directo debe ser una auténtica bomba.
0 comentarios