En estos tiempos en los que muchas bandas deciden mirar atrás y plasmar sus influencias de sabor clásico en sus canciones, cosa que por cierto, disfruto al máximo, también son necesarias aquellas que apuesten por un sonido más acorde a su generación, en el equilibrio constante está la virtud, diría aquel. En este caso, Against the Waves es de esas bandas que busca los sonidos marcados por su generación o al menos, por una no excesivamente lejana en tiempo a su día a día. Su nuevo disco «Borealis» estalla en tu cara, como un compendio de fuerza bruta, y un sonido excelente, conseguido de la mano de Joey Sturgis, encargado de la producción, mezcla y masterización, grabado en Metro 37 Studios, Detroit, Michigan, por Nick Matzkows, Josh Buckner y Joey Hall, editado por la propia banda que viaja de la mano de Lengua Armada, para presentar su propuesta ante nuestros oídos y nuestro cerebro.
El disco se abre con los ritmos electrónicos de «Captive comfort», base electrónica, ritmos cortantes y un riff fuerte junto a los guturales de la voz, mezclados con partes melódicas. «Too far gone» se centra en mostrarnos su faceta más contundente, su lado más metalcore. «I’ve seen brighter days» cuenta con unas guitarras rapidísimas y una batería desbocada, junto a unas partes vocales muy agresivas. Vuelve la faceta más electrónica a primer nivel con «Northern light», marcando un ritmo continuo que se ve enfrentado a un riff demoledor en segundo plano. Seguimos con esa combinación de metal y electrónica en la siguiente, «commited to fiction», aunque esta vez, la apuesta por la contundencia es plena, logrando un sonido devastador. «Guidance», amasa esa receta de melodía y fuerza, con una parte central plenamente melódica, en la que destaca la voz, capaz de adaptarse sin problema a cualquier tesitura que presenten las canciones de la banda.
«Make it count» es una andanada sin parangón, con la quinta metida y ese ritmo machacón, gracias a una batería que no deja resquicio a la fisura. «New myths» es una canción a la que prestar muchísima atención, instrumentalmente muestra a unos músicos capaces de alcanzar niveles realmente altos. «Hold back» es otra demostración de velocidad y contundencia, con un sonido de guitarras excelente y esas alternancias melódicas de la voz. «Interlude» nos da paso a «Lost in the fire» que cierra este buen disco en la que van intercambiando golpes en forma de cambios de ritmos. Un disco que suena compacto, sin grietas, mostrando a una banda bien asentada y con las ideas muy claras.
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