Al fin tengo en mis manos la nueva andanada de los de Bilbao y ¡de que manera!. Dejando de lado su faceta más metal, se han centrado sobre todo en su lado hardcore, pariendo con toda la mala leche del mundo, trece canciones con las que no dejar títere sin cabeza. Una portada impactante y una presentación de disco fabulosa, nos pone en las manos, el quinto disco de Rat-Zinger, que es una bofetada atómica en toda regla. Este «Larga vida al infierno», para el que han contado con la colaboración de la gente de Sku, Kaos Urbano y Non Servium, Manu “El Gallego” (Porco Bravo), Txarly Usher (Radiocrimen y Carniceros del Norte), Gartxot y Xabi (The Guilty Brigade), El Piñas (Malaputa y Marea) y El Flako (El Drogas), que se unen a esta fiesta desbocada y anfetamínica, que te pondrá de cero a cien en un puto segundo, como un certero disparo de speed.
Ataque frontal y visceral a todo lo que no les gusta, a todo lo que se corrompe, la religión y la iglesia, reciben por partida doble con la agresiva «No soy de Nazareth» y «Sicario del Santo Padre», muy a lo Drogas. Antes, caza sin tregua, a toda mecha con canciones como «Larga vida al infierno», la brutal «Únete al terror», «Terrorismo y delincuencia» y «Uno de los nuestros». Más velocidad, con una batería a lo Motorhead en «Todo lo que toco». Sin pelos en la lengua, nos cuenta «La puta verdad» con ese sonido cuasi punk. Doble ración de mala hostia en «El kaos en mi», cortante como una navaja en el cuello. Con «Volver al punto cero» si que recuperan ese sentimiento metal que tenían en su anterior disco, con esas guitarras que hieren.
«Electrozombie» añora y honra la memoria de Lemmy y Motorhead. Velocidad insana es lo que derrochan en «Esperando al dealer», vicio a mansalva. «Renegados» es engañosa, comienza plena de melodía, cual balada rockera pero… estalla sin remisión en una autopista de velocidad. Otro buen disco de unos tipos que no defraudan. Si después de escuchar este disco, sigues sin haber descargado suficiente adrenalina, tienes un problema, cabrón.
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