¿La calidad de las bandas es inversamente proporcional al interés de mucho del personal?, puede ser, porque eliminemos de la ecuación, a aquellos que la edad les hizo abandonar el rock (¿en serio?),los que decidieron que una vida casadera y unos hijos o un trabajo fijo (o no), equivalia a abandonar sus discos y enterrar aquella supuesta pasión. Brindemos, por los que el paso del tiempo, han (hemos) seguido con la música como banda sonora de sus vidas, con el rock and roll, como único modo de entender una forma de vivir, de escapar, de seguir siendo uno mismo en un mundo cada vez más igual, mas acondicionado e impuesto. Creedme, digan lo que digan, una cerveza no sabe igual si de fondo no suena una guitarra distorsionada, si un buen blues no te vuela la cabeza, si una batería no lleva tu ritmo hasta límites insospechados. Pocos son los elegidos, parafraseando algo que ya sabéis, pero que cojones nos importa, si somos bien avenidos.
Brindo, con mi cerveza bien fría, y con los vallisoletanos Gruff acompañando cada trago, cada sorbo, a base de guitarrazos, de ese blues de tendencias hard que tan bien hacen en este su segundo disco, «Sick», en el que se proclaman como herederos de Rory Gallagher, Alvin Lee o Leslie West, para dar a las guitarras esa importancia fundamental que siempre ha tenido y tendrá en el rock and roll. Ya la cosa pinta bien desde el principio con la canción que da nombre al disco y que destila las mejores enseñanzas de unos Taste de maneras más sureñas. Directa, con olor a gasolina y carretera, suena «All we need is rock». Seguimos con «What I want» y ese riff que te transporta al rock de los 70. Me gusta mucho «Wild woman», una de esas canciones que contiene en si misma una fuerza brutal, con ese estribillo hard rockero. «The first in hell» es puro blues rock, de esas que disfrutas al máximo en directo.
«I know» tiene mucho ritmo y fuerza, que seguro que también funciona muy bien cuando la banda la defienda desde el escenario. La cosa se calienta muchísmo con «I wont fail you», desde el inicio con esas guitarras y esa base rítmica llena de intensidad, al igual que con «Like a bomb», otro pepinazo blues rockero, magnífico estribillo, con ese punto sureño que realmente, poseen todas sus canciones, y que les añade un plus más a este puñado de buenas canciones que se han marcado los de Valladolid. «The loser» sigue con el camino marcado que además es el correcto llevándonos hasta «The greatest show», canción que cierra este muy buen disco, que es ideal para la carretera, para compartir unas cervezas y para hartar a tus vecinos de buen blues rock. Amén.
Hola Carlos
Soy Oscar Martín Gilsanz,bajista de GRUFF. Acabamos de recibir y colgar via Facebook el post que nos has hecho en R.T.B.M. y estamos enormemente agradecidos y como locos por tus palabras.
Es un orgullo que trates con el respeto y la admiración con que haces tus post en la web a todos los grupos que estamos intentando salir a la luz de esto tan dificil como es el Rock ´n´Roll.
Yo simplemente quería que escucharas el cd de GRUFF y si me mandabas unas lineas via mail,pues tan contento;pero ver la gran critica que has hecho,es para estarte agradecido de todo corazón.
No quiero ser muy pelotero,pero si que es verdad que hoy día nadie se moja por nada y quien crees que te apoya luego resulta que se olvidan enseguida de que existes.
Por eso te damos las GRACIAS desde GRUFF.
Para lo que sea,aquí estamos.
Ojalá podamos demostrarte lo que valemos en directo,que es nuestro punto fuerte.
Saludos y abrazos