Wendy James no se encontraba exiliada en la Isla de Nunca Jamas sólo estaba intentando encontrar su lugar ahora que su tiempo de sex symbol queda tan lejano. Este año 2016 es el elegido para dar señal de vida y acreditar que todavía tiene un lugar en los corrillos musicales del SXXI.
Por si algún lector es demasiado joven es conveniente señalar que la chica durante los años 1986 a 1991 se convirtió en parte básica de los sueños eróticos de los adolescentes tras su exitoso paso como lideresa de Transvision Vamp , aquel grupo de grandes singles que no eran más que el sonido glam de los 70 con el maquinillo de los 80 .
La llegada del piojismo grunge y de los chiflagaitas de los hermanisimos Oasis dejaron fuera de lugar a esta hermana menor de Deborah Harry ( Blondie) y ni siquiera Elvis Costello pudo evitar su ostracismo ya que los jóvenes de los 90 se decantaron por la Courtney Love o la Pj Harvey ( vamos que perdieron el gusto estético)
Desde 1991 hasta la actualidad Wendy ha tratado de forma esporádica volver a labrarse un terrenillo en el mercado musical pero siempre con una cosecha lamentable. El citado disco de escritura Costelliana no generó interés alguno ( es más hoy se buscan más sus demos que el disco en si) ; luego se embarcó en un proyecto llamado Racine de corte indie electro bastante insulso y sin repercusión ; más tarde en el 2011 lo volvió a intentar en solitario con un trabajo I Came here to blow minds que no estaba nada mal pero que sólo conoció de su existencia la propia Wendy y familía y ahora parece que su propuesta tiene visos de trascendencia
The price of the pocket es un trabajo maduro y profesional que cuenta bajo sus filas a Glenm Matlock ( antes Sex Pistol ahora uno de los mayores session man) ; Lenny Kaye ( otro todoterreno y antes Patty Smith Group), James Williamson ( Stoogiano de pro) y por último James Sclavunos ( Grinderman de Nick Cave).
Wendy ya no esta como para seguir mostrándose como la ingenua lolita malvada de vestidos drapeados y minifaldas ya que las arrugas empiezan a ser demasiado evidentes por lo cual el camino elegido es el de milf rock capaz de ser tiernamente peligrosa o de despellejarte sin pestañear según proceda. En la parte tierna de madre encontramos «Farewell to love y Paloma’s down» emulando las bellas tonadas de las honey pop singer de los 60’s ; «Love from the 9 th» , cual Diana Ross susurrante baladista o «Indigent’s blues» un caramelito de indie pop y en la parte peligrosa «King rat», muy propia para Nick Cave en plan sucio y cortante blues ; el single «Bad intentions and a bit of cruelty» que para sí quisiera Iggy en su nuevo disco o el puntazo punk de «It’s alright ma» ( es la versión de Dylan, no se equivocan al leer)
Wendy ya no es la chica mona y pizpireta sino una serena señora con mirada picara y poses de femme fatale capaz de robarte el corazón. Un inesperado buen trabajo que cual viuda negra todavía pica con peligroso veneno.
Ya te aseguro yo que me lo voy a agenciar y disfrutar, su etapa Transvision Vamp me encantó, todavía no había llegado el Appetite, todavía no conocía Trompe Le Monde ni Suffer Rosa pero esta tipa junto con Depeche Mode y The Cult me recuerdan muchas cosas. Veo que a vuelto en forma y entendiendo la madurez artística como toca.
Saludos crack!!
Ummm… «milf rock» inquietante y sugerente. Lo tenia en mi lista de escuchas pendientes, despues de leerte quizás haya que adelantarlo algunas posiciones… saludos!!
Muy acertado el artículo…aunque a mi parecer, no me parecen tan insulsos como comentas todos los trabajos después de su etapa en Transvison Vamp. De echo, algunas canciones de este nuevo album recuerdan a otras de Rancine.