Difícil, muy difícil empezar a analizar este A Sort of Homecoming de Anathema, y no porque el producto no tenga mucho que aportar, si no por todo lo contrario, es tanto y tan bueno lo que ahí se encuentra que la verdad uno no sabe por donde empezar, aunque lo más lógico sea dar cuenta del espectacular envoltorio con el que nos llega este directo de Anathema grabado el pasado día 7 de marzo den la Catedral de Liverpool, concierto enmarcado dentro de la gira acústica de catedrales del Reino Unido que el grupo realizó a primeros de año.
Sí, un apabullante envoltorio con un libreto de doce páginas repletos de fotografías del concierto junto a dos discos encargados de recoger el audio de las 15 canciones que dieron forma al setlist de aquella noche, a los que se le suma un DVD encargado de recoger las imágenes del concierto. No sé me ocurre nada mejor para envolver el contenido de este disco en directo.
Y una vez visto el espectacular envoltorio ya sólo queda centrarnos en el contenido, aunque sólo dando una ojeada a la lista de canciones que sonaron aquella noche, ya nos damos cuenta de que el grupo jugó con las cartas marcadas, y es que esas dos monumentales obras maestras como son Weather Systems y Distant Satellites , sin olvidarnos de esa delicia llamada Hindsight, aquí presente con las grandiosas «A Natural Disaster» y «Fragile Dreams», tema encargado de poner fin al concierto, son quienes llevan el peso del concierto, y si bien, y de eso fuimos testigos en esta casa, en su momento esa dupla imbatible formada por los dos Untouchables era la encargada de abrir los conciertos, aquí la encargada de hacerlo es la no menos grandiosa «The Lost Song Part 2», y no tardamos muchos en darnos cuenta de lo bien que les sienta este formato acústico al grupo en un recinto del calado de una catedral, de la misma manera que es aquí, cuando en este recinto sacro, y ante ese silencio respetuoso, se alza por encima de todo la figura de Lee Douglas, y es ella, con el permiso de Vincent y Daniel, la encargada de que la grandeza musical de Anathema se funda con la majestuosidad del recinto y esas casi dos horas de concierto sean uno de los grandes momentos del año.
Casi dos horas bajo la cúpula de la Catedral de Liverpool en los que el grupo se reafirma por la senda que ha decidido transitar y que, si bien todavía queda por ahí alguno que todavía añora a los viejos Anathema de sus inicios, les sienta muy bien, y esa apertura hacía nuevos horizontes les sirve para reivindicarse como uno de los grandes genios musicales de la actualidad. Unos genios que en momentos puntuales, bastantes, con la colaboración en ciertos pasajes del cello de David Wesling junto al violín de Anne Phoebe, se encargan de crear una atmósfera clásica a la que daría su bendición cualquiera de los grandes maestros de la música, y que hará las delicias de todos los seguidores del grupo.
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